urante el último año del sexenio calderonista continuaron las desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, uso excesivo de la fuerza, tortura y violencia contra sectores más vulnerables, sostuvo la organización internacional. El expresidente se negó a reconocer la gravedad de las violaciones a los derechos humanos
Durante el último año del sexenio de Felipe Calderón, en México siguieron ocurriendo delitos como desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, uso excesivo de la fuerza, tortura y violencia en contra de sectores vulnerables, sin que las autoridades reconocieran la gravedad del problema e incluso con la complicidad de servidores públicos, señaló el informe 2013 de Amnistía Internacional (AI).
En el texto, se subraya que el gobierno de Calderón –que culminó con 60 mil víctimas de homicidio y 150 mil de desplazamiento forzoso en el marco de la “guerra” contra el crimen organizado– “se negó sistemáticamente a reconocer la envergadura y gravedad de los abusos y la falta de credibilidad de las investigaciones oficiales”, en medio de un ambiente de impunidad generalizada.
Al desglosar por temas los resultados de su análisis, AI indicó que las autoridades judiciales mexicanas siguieron recurriendo de forma “generalizada” a la detención arbitraria, la tortura y los malos tratos para obtener confesiones en los interrogatorios y forzar a los detenidos a inculparse en delitos que no cometieron.
En lo que se refiere a las desapariciones forzadas, el documento recordó que un informe filtrado de la Procuraduría General de la República contiene al menos 25 mil casos de personas desaparecidas o “no localizadas” ocurridos durante el gobierno calderonista, en muchos de los cuales habían participado servidores públicos.
En el rubro de uso excesivo de la fuerza y ejecuciones extrajudiciales, el informe destacó que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos “registró al menos 25 asesinatos de transeúntes en enfrentamientos armados entre bandas delictivas y las fuerzas de seguridad”, la mayoría de los cuales no se investigaron.
De igual manera, el documento de AI alertó que los migrantes indocumentados siguen siendo víctimas de secuestro, asesinato, reclutamiento forzoso en bandas criminales, detención arbitraria, explotación sexual y extorsión, sin que el gobierno impida o castigue dichos crímenes.
Los periodistas y defensores de derechos humanos, abundó el informe, continuaron sufriendo agresiones y amenazas; los pueblos indígenas padecieron exclusión, discriminación y falta de consulta sobre megaproyectos en sus territorios, y las mujeres y niñas aún sufren condiciones graves de violencia sin que las autoridades las frenen y erradiquen.
Por último, Amnistía indicó que a pesar de los llamados para restringir el sistema de justicia castrense, “en abril se bloquearon las propuestas de reforma al Código de Justicia Militar destinadas a excluir las violaciones de derechos humanos”.
Fuente: La Jornada