En medio de sonoros abucheos, el jefe del Estado luso, Aníbal Cavaco Silva, ha sufrido este martes un desmayo mientras pronunciaba su discurso frente a las tropas – televisado en directo a todo el país – con motivo del Día de Portugal. Ha tenido que ser retirado del estrado aunque finalmente ha logrado regresar para terminar su intervención en Guarda.
El desvanecimiento que sufrió el dirigente conservador, de 74 años, se ha producido en medio de su discurso, cuando se quedó momentáneamente sin habla y tuvo que ser ayudado inmediatamente por varios de sus colaboradores para no caer al suelo.
Mientras el presidente estaba siendo atendido, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Arturo Neves Pina Monteiro, ha anunciado que Cavaco Silva había sufrido una indisposición y que regresaría en breve para terminar su discurso.
Además, ha criticado a un grupo de manifestantes que había pitado la intervención del jefe del Estado y gritado consignas contra el Ejecutivo, a los que reclamó “respeto por Portugal y por las Fuerzas Armadas”.
Cavaco Silva ha recibido asistencia sanitaria en el mismo local durante cerca de veinte minutos, tiempo en que la ceremonia fue suspendida, hasta que ha conseguido reponerse y retomar su alocución en el mismo punto en que la había dejado.
En declaraciones a medios estatales lusos, el médico militar que le atendió ha asegurado que “en ningún momento el presidente perdió la conciencia” y ha atribuído lo ocurrido a una “reacción vagal”, término médico que hace referencia al nervio vago, que actúa sobre la frecuencia cardíaca.
Cavaco Silva ha presenciado todo el desfile militar posterior sentado junto al primer ministro, Pedro Passos Coelho. Los actos oficiales de celebración por el Día de Portugal se celebraron en la localidad lusa de Guarda y durante la intervención del presidente se oyeron gritos de protesta contra el Gobierno.
