Bringas cuenta la anti historia de México

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“Que nadie se engañe, dice. No fue Santa Anna quien vendió la mitad del territorio a Estados Unidos en 1848, sino el gobierno presidido por Manuel de la Peña y Peña. También afirma Raúl Bringas Nostti que Benito Juárez, contra la creencia popular, fue un dictador ilustrado” que se reeligió dos veces en el poder”.

Bringas lo afirma en su Anti Historia de México, un libro que aspira a derribar mitos basado en una extensa bibliografía. “Pero sembrar dudas”, sostiene el historiador, “ya sería un gran avance”, publica Reforma.

Profesor investigador en la Universidad de las Américas de Puebla, miembro de la American Historical Association y del Sistema Nacional de Investigadores, es seguidor de la corriente cínica de la historia.

anti-historia“Hay que ir más allá”, propone. “La fase de presentar héroes de carne y hueso ya pasó, ahora hay que mostrar al Zapata repugnante, al Hidalgo deleznable. Los hombres del poder son perversos, malignos por naturaleza”.

Según Reforma, son cerca de 500 páginas, escritas a lo largo de más de tres años, en las que Bringas Nostti deja clara su desconfianza hacia las verdades oficiales. “Se nos ha inyectado el patriotismo con tanta constancia que ya somos incapaces de cuestionarnos ciertos hechos, aunque la lógica diga lo contrario”.

El historiador recuerda que Hidalgo -como después lo haría Santa Anna- se proclamó “Alteza Serenísima”, y que, lejos de ser un ingenuo, Madero fue un “lobo disfrazado de cordero” que mantuvo el aparato represor porfirista.

Pero ningún pasaje histórico supera en mentiras a la invasión estadounidense, considera el autor del libro publicado por Miguel Ángel Porrúa. “Se dice que el pueblo defendió al País, pero no es cierto. Los testimonios aseguran que veían a los gringos como libertadores”.

Lanzarse contra los mitos tiene un costo, acepta, como la descalificación de algunos académicos. “Van a tratar de pegarme por donde puedan”.

El problema de las investigaciones, señala, es que todos los datos se interpretan de la misma manera. Se insiste, por ejemplo, en la grandeza de las ciudades prehispánicas, pero no se escribe sobre la explotación o las hambrunas que padecieron sus habitantes.

Cada gobierno crea sus mitos, afirma. Ahora se celebra el centenario del Ejército surgido en la Revolución, lo que considera una “barbaridad” pues minimiza a quienes lucharon en batallas como la del 5 de mayo, de acuerdo con la entrevista de Reforma.

“El PRI es muy eficiente para crear mitos”, reconoce. “Pero todos los partidos lo hacen”. La historia continúa siendo, asegura, un elemento legitimador para los gobernantes y sus políticas.

La historiografía no se inventó para regañar a los muertos. Palabras de Edmundo O’Gorman que cita el historiador Salvador Rueda Smithers para ilustrar el peligro de enfrentar a los mitos.

“Mi inspiración para escribir Anti Historia de México fue Charles A. Beard, quien perdió su cátedra por destruir mitos americanos”, señala el historiador.

Uno de sus libros más polémicos fue An Economic Interpretation of the Constitution of the United States (1913), donde afirmaba que los Padres Fundadores de Estados Unidos elaboraron la Constitución para defender sus intereses económicos, de acuerdo con Reforma.

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