Braniff, adiós a una chichimeca

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La investigadora emérita del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Beatriz Braniff Cornejo, Tita, falleció en la Ciudad de México a los 88 años, reporta El Diario de Chihuahua.

La reconocida arqueóloga coordinó el proyecto de la Zona Arqueológica de Paquimé por espacio de 3 años (1992-1995) en el municipio de Casas Grandes y por ello, fue ampliamente conocida en la región.

El INAH confirmó la muerte de Braniff Cornejo ocurrida el pasado 27 de diciembre en la capital del país.

En 2005 presentó la Guía para el Museo de las Culturas del Norte. De los tiempos prehispánicos a Casas Grandes, ocasión en la que en una entrevista con José Miranda Madrid habló de sus intereses y trayectoria.

En ese entonces, la doctora tenía 80 años y vivía en Colima. “Me siento chichimeca y prefiero estar en el campo y el desierto, que en la Ciudad de México, allá no regreso hasta que ya no pueda pensar”, decía.

Fue autora de Dioses Guacamayas del Norte, que publicó El Colegio de México. Fue una de las primeras mexicanas en realizar investigaciones de quienes hasta ese momento habían sido conocidos como los “bárbaros” del desierto.

En el prólogo del libro Nómadas y sedentarios en el norte de México: homenaje a Beatriz Braniff, William Merrill la reconoció por sus contribuciones al mejor entendimiento del norte de México y sus habitantes.

La arqueóloga Paloma Estrada Muñoz, en el libro Las mujeres en la arqueología mexicana (1876-2006), escribió: “Ha buscado romper los prejuicios que pesan sobre los grupos de cazadores-recolectores.”

Braniff fue pionera en los estudios de la zona norte del país o “la gran Chichimeca”, también se interesó en las costumbres de los “bárbaros”, como se conoce a los antiguos habitantes del desierto; también coordinó el proyecto arqueológico en Paquimé, Chihuahua, de 1992 a 1995, lugar en el que habitaron unas tres mil personas durante la época de esplendor de la cultura Casas Grandes y que en 1988 fue inscrito en la lista de Patrimonio Mundial por la Unesco.

Nacida en 1925, la investigadora emérita escribió los libros Dioses Guacamayas del Norte, Morales, Guanajuato y la tradición tolteca; Papeles norteños y La estratigrafía arqueológica de Villa de Reyes, San Luis Potosí.

En 2011, el INAH reconoció a Braniff por sus 50 años de trabajo ininterrumpido, junto a Arturo Román Pacheco, Jorge Angulo Villaseñor, María Teresa Huerta Preciado y María de la Luz Parcero.

“Yo amo la arqueología, fuera de lo Maya, fuera de Tenochtitlán la arqueología es un mundo extraordinario”, expresó Braniff en breves palabras luego de que se le otorgó dicho galardón. Para finalizar diciendo: “Ojalá que no se esperen otros 50 años para reconocernos, otros 50 ya no la hago”.

Fuente: El Diario de Chihuahua

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