Para compensar el éxodo de habitantes, las autoridades de Baltimore invitan a los inmigrantes, en su mayoría de origen latinoamericano, a que se instalen allí y echen raíces. La alcaldía busca atraer a 10 mil familias a la zona para revertir le pérdida de población.
La ciudad de Baltimore, en el estado de Maryland, fue en una época una de las 10 ciudades principales de Estados Unidos pero hoy está perdiendo habitantes a un ritmo dramático, lo que supone menos recaudo de impuestos por la falta de gente y actividades económicas.
Para revertir esto las autoridades locales están invitando a los inmigrantes a que se instalen allí y echen raíces.
“Es bien tranquilo andar, no hay esa presión que uno va a caminar por la calle y pensar que van a detenerlo. Uno puede hacer cualquier cosa aquí, tenga o no tenga papeles”, señala Alma Rivera, quien llegó a Estados Unidos hace 12 años como inmigrante indocumentada y recientemente legalizó su residencia y pudo llevar a sus hijos desde Honduras hasta Baltimore.
La comunidad hispana es la de mayor crecimiento y la población latina se ha duplicado en la última década. Son ellos quienes han abierto los supermercados, tiendas y restaurantes que sirven a la comunidad y que como esperan las autoridades, reactive la economía.
La alcaldesa de la ciudad emitió una orden ejecutiva que prohibe a las autoridades locales indagar injustificadamente sobre el status migratorio de alguien.
Esto es parte de una iniciativa de atraer 10 mil familias a la ciudad de Baltimore en los próximos 10 años y por eso queremos que las comunidades de inmigrantes que viven aquí se queden y sean parte de la estrategia para atraer más personas a la ciudad”, señaló a BBC Catalina Rodríguez, directora de asuntos hispanos de la alcaldía de Baltimore.
En años recientes varias ciudades han adoptado estrictas leyes antimigrantes, y como rechazo a estas políticas la alcaldía de Baltimore promueve una formación rutinaria a los agentes policiales donde se les aconseja cómo tratar a los inmigrantes y resolver las barreras culturales.
Pese a que algunos críticos del plan advierten que la ciudad se volverá un imán para inmigrantes indocumentados, los funcionarios de la ciudad afirman que buscan restaurar la confianza mutua entre las autoridades y las comunidades extranjeras.
Con información de BBC
