Elementos de la Policía Federal (PF) detuvieron este jueves al exdirector de Seguridad Pública del municipio de Taxco de Alarcón, Eruviel Salado Chávez, señalado públicamente como operador del grupo delictivo Guerreros Unidos. Con él fue aprehendido el agente de policía José Roberto Hernández, de la misma corporación.
Salado Chávez, quien se desempeñaba como suboficial de la policía municipal, es acusado por el gobierno federal de secuestro y delincuencia organizada, según reportes oficiales consultados por Apro.
La detención de ambos agentes se registró alrededor de las 14:30 horas al interior del cuartel de la policía taxqueña. En respuesta, algunos de sus compañeros confrontaron a los elementos federales y les arrojaron piedras para impedir que se los llevaran.
De inmediato los agentes de la PF accionaron sus armas al aire para poder salir del lugar, de acuerdo con el informe consultado por esta agencia.
En enero pasado la revista Proceso publicó un reportaje titulado: “Guerreros Unidos se cimbra en pugnas internas”, donde se advierte que la violencia en Iguala, desde fines del año pasado, muestra la lucha intestina en el grupo delictivo, con mensajes dirigidos contra policías estatales y mandos militares a quienes se acusa de dar protección a Víctor Hugo Benítez Palacios El Tilo y Eduardo Joaquín Jaimes El Choky, de la banda de Los Peques, brazo armado de Guerreros Unidos.
Desde octubre de 2014 el semanario documentó los señalamientos de presuntos nexos con el narco por parte del exdirector de la policía municipal de Taxco, así como una docena de agentes de la misma corporación.
Tanto Salado Chávez como el exalcalde taxqueño y actual diputado federal priista Salomón Majul González, además del empresario Federico Figueroa, han sido señalados públicamente por sus presuntos vínculos con Guerreros Unidos, y se les relaciona directamente con el caso de la masacre y desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
A pesar de ello el exjefe policiaco se mantuvo activo en la corporación taxqueña, y su detención se registra en el contexto de la captura de Víctor Hugo Benítez Palacios, El Tilo, reportada hoy en Cuernavaca, Morelos.
Desde octubre de 2014 Apro dio a conocer que el gobierno federal sabía que Los Peques controlan el narcomenudeo en Iguala y estaban implicados en la agresión a los normalistas de Ayotzinapa, lo mismo que algunos uniformados estatales y federales.
Los reportes oficiales consultados en esas fechas indican que después de la desaparición de los 43 normalistas, los sicarios al servicio de Los Peques salieron de Iguala y se refugiaron en la comunidad de Carrizalillo, municipio de Eduardo Neri. Las autoridades de los tres niveles de gobierno y del Ejército les brindaron protección.
El año pasado, autoridades del poblado donde se encuentra la minera canadiense Gold Corp denunciaron la existencia de fosas clandestinas, y algunos afirmaron que la esposa del exalcalde de Iguala, María de los Ángeles Pineda Villa, se refugió en esa zona.
La confrontación entre los operadores de Guerreros Unidos se incrementó en diciembre pasado, cuando se divulgaron los nombres de políticos y autoridades civiles y castrenses de la zona norte presuntamente vinculados al caso Ayotzinapa. Esta batalla se agudizó en los últimos días en Iguala, Taxco y Huitzuco.
Fuente: Proceso