La policía de Chicago, Estados Unidos, informó que otro migrante mexicano fue ejecutado en esa ciudad, apenas cuatro días después de la masacre de una familia de seis integrantes originaria de Guanajuato.
Se trata de Artemio Pacheco Gallegos, originario del estado de Oaxaca, cuyo cuerpo fue hallado cerca de las vías de un tren aledaño al aeropuerto internacional O’Hare.
De acuerdo con la policía local, el joven de 24 años de edad fue localizado alrededor de las 05:00 en la avenida Franklin, al noroeste de Chicago.
La víctima residía en el barrio de La Villita –donde 80% de sus habitantes son mexicanos– y trabajaba en la empresa Food Evolution, a media cuadra de donde fue asesinado.
El pasado viernes 5 la Policía de Chicago informó que seis integrantes de una familia mexicana fueron asesinados en el vecindario de Gage Park, en el suroeste de la ciudad estadunidense.
Rosa Hernández y Noe Martínez, de aproximadamente 60 años de edad y oriundos de Guanajuato, fueron golpeados y acuchillados junto con sus hijos Noé, de unos 40 años, y Herminia, de 30, y sus nietos Alexis y Leonardo, de 10 y 13 años, respectivamente, precisó el jefe de declives Eurgene Roy.
Asimismo, detalló que los cadáveres fueron encontrados en varias habitaciones del domicilio en el que vivían.
Todos ellos sufrieron “traumatismos”, posiblemente fueron apuñalados, sin embargo, los investigadores están en espera de los resultados de las autopsias programadas para este viernes, indicó Roy en una conferencia de prensa realizada el día del multihomicidio.
El oficial agregó que todas las puertas estaban cerradas con llave y no había señales de disparos en la vivienda localizada en la cuadra 5700 S. California Ave.
Sostuvo que las muertes habrían ocurrido entre la tarde del martes 2 y la mañana del jueves 4, pero hasta ese momento la Policía desconocía los motivos y no tenía sospechosos.
Los cuerpos fueron descubiertos la tarde jueves, cuando una patrulla policial llegó a la casa para averiguar sobre una las víctimas que había faltado al trabajo sin dar aviso y no respondía a las llamadas telefónicas de sus compañeros.
El jefe interino de la Policía de Chicago, John Escalante, dijo que al parecer se trató de un incidente aislado y no representa una amenaza para la comunidad, pero la Policía incorporó más vehículos al patrullaje del vecindario como medida de precaución. Y no descartó la posibilidad de que se haya tratado de un homicidio-suicidio.
Noemí Martínez, pariente de las víctimas, declaró desde Dallas, Texas, que “eran una familia normal. Todo estaba bien”, y señaló que su esposo era sobrino y primo de los muertos.
Afirmó que Noé Martínez trabajaba en una fábrica en Chicago y la esposa de éste era ama de casa y vivían en Chicago desde hace aproximadamente una década.
“Ahorita nomás queremos saber quién lo hizo. Ellos no se merecían esto. No entendemos qué fue lo que pasó”, comentó.
Por otra parte, la familia de las víctimas puso en marcha una página en GoFundMe con el fin de recaudar fondos para cubrir los gastos del funeral.
“Esto ha sorprendido y dejado a familiares y seres queridos sin palabras y con el corazón destrozado, eran una familia amorosa y tranquila”, destaca el mensaje subido a la página web de GoFundMe.
“En este momento de necesidad, se pide ayuda con oraciones y donaciones para enviar los cuerpos a México, donde habrían deseado ser enterrados”.
Remata: “Las donaciones ayudarán a enviar los cuerpos a México y a cubrir los gastos de los funerales. Dios los bendiga a todos, toda ayuda es muy apreciada”.
Fuente: Proceso