El Senado de California aprobó el martes un proyecto de ley que volvería al estado el primero de la nación en extender el seguro de salud a los niños que viven en Estados Unidos sin residencia legal y buscaría autorización para vender un seguro médico a los inmigrantes que no cuentan con permiso de residencia.
Los senadores aprobaron el proyecto que permitiría a los niños menores de 19 años, de familias de bajos ingresos, poder acceder al seguro estatal Medi-Cal sin importar cuál sea su situación migratoria legal. También procuraría obtener autorización federal para vender un seguro no subvencionado a quienes residen sin autorización, a través del programa estatal Covered California.
Si el gobernador Jerry Brown aprueba el proyecto, la afiliación limitada al Medi-Cal para adultos inmigrantes de bajos ingresos de 19 años o más sería permitida según el monto de los fondos que los legisladores aprueben para ello en el presupuesto del año entrante.
El proyecto avanzó a la Asamblea mediante votación bipartidista de 28 a favor y 11 en contra.
El senador demócrata Ricardo Lara dijo que su proyecto es una iniciativa histórica para expandir la atención médica a millones de inmigrantes que trabajan en los campos, limpian habitaciones en hoteles y cuidan niños
“Asegurar que cada niño en California crezca sano y con una oportunidad para desarrollarse bien y tener éxito simplemente es lo correcto por hacer”, dijo Lara al presentar el proyecto de ley. “Esto es lo que estamos a punto de lograr en California”.
Algunos republicanos advirtieron que no facilitarán el acceso de los inmigrantes a los médicos debido a la escasez de profesionales que aceptan el Medi-Cal, la versión californiana del Medicaid, el servicio de seguros médicos patrocinado por el gobierno para la gente pobre. La senadora republicana Janet Nguyen se abstuvo de votar porque considera que la propuesta es una promesa que carece de bases para sustentarla.
“Asegurémonos de que no prometemos un vehículo si no tiene motor”, dijo Nguyen.
Los demócratas en California, grupos defensores de los inmigrantes y del cuidado de la salud se han fortalecido por la orden ejecutiva del presidente Barack Obama para aplazar la deportación de algunos inmigrantes ante la falta de una reforma migratoria amplia.
Las acciones diferidas ordenadas por el mandatario excluyen a los inmigrantes que llegaron al país sin permiso de tener acceso a las prestaciones federales en salud. Pero California tiene su propia política de ofrecer cobertura médica con dinero estatal a los inmigrantes de bajos ingresos bajo Medi-Cal.
Un análisis legislativo calcula que el costo de ampliar Medi-Cal a los niños migrantes sin importar cuál sea su estatus legal dependerá del desenlace de una demanda que presentaron varios estados contra la orden ejecutiva de Obama.
La medida de otorgar las prestaciones de salud costaría hasta 135 millones de dólares anuales sin la acción ejecutiva del presidente y 83 millones con ella.
Fuente: AP
