Los senadores que trabajan sobre un amplio proyecto de ley de inmigración acordaron el lunes ajustar los controles sobre el sistema que otorga refugio en Estados Unidos a personas que huyen de la guerra o la persecución.
Además, aprobaron requerir la toma de huellas digitales a los extranjeros cuando salgan del país por cualquiera de los 30 aeropuertos más transitados. La norma, aprobada por 13 votos contra cinco, es parte de un sistema de control biométrico promovido por varios senadores, pero considerado demasiado caro para incluirlo en el proyecto de ley.
El senador republicano Lindsey Graham presentó la enmienda, según la cual se le retiraría el estatus de asilado o refugiado a quien regrese al país de donde huyó salvo que pueda esgrimir buenas razones para hacerlo.
Graham dijo que la enmienda era necesaria en vista de las bombas en el maratón de Boston. Los hermanos que presuntamente colocaron las bombas llegaron a Estados Unidos siendo niños, cuando sus familias pidieron refugio.
La enmienda fue aprobada el lunes, al iniciar la Comisión Judicial del Senado de Estados Unidos su tercera semana de labores con el objetivo de aprobar un histórico proyecto de ley de inmigración que refuerce las fronteras y que le ofrezca un camino a la ciudadanía a millones de personas.
La comisión debe introducir modificaciones en un plan que busca ofrecer visas a inmigrantes altamente cualificados, empleados que solicita la industria de alta tecnología, pero que enfrenta la oposición de los sindicatos.
El borrador del proyecto de ley aumenta la disponibilidad de estas visas, pero incluye restricciones que buscan asegurar que los trabajadores estadounidenses tendrán la primera oportunidad de empleo. Las empresas del Valle del Silicio creen que algunas de las restricciones son demasiado onerosas y están presionando para que se ablanden.
El senador republicano Orrin Hatch, visto como poseedor del voto que inclinará la balanza en la comisión, está del lado de la industria de alta tecnología, mientras que el senador demócrata Dick Durbin, defiende la posición del sector sindical.
Los legisladores y los grupos de presión han tratado de hallar un acuerdo que consiga el apoyo de Hatch para el proyecto de ley general, pero sin alejar a Durbin, uno de sus autores.
También existe desacuerdo sobre si los homosexuales estadounidenses deberían tener el derecho de patrocinar a sus cónyuges nacidos en el extranjero para que reciban “green cards”, tarjetas de residencia permanente para inmigrantes, como ya lo pueden hacer los estadounidenses heterosexuales.
Los grupos de los derechos homosexuales están presionando al presidente de la Comisión, el demócrata Patrick Leahy, para que ofrezca una enmienda que permita esto, pero los autores republicanos del proyecto de ley de inmigración insisten en que boicotearán el plan si se incluye esta medida.
Fuente: AP