Tras el cierre, se invertirán 2 mil millones de pesos en la ampliación de los penales de Apodaca y Cadereyta según el secretario de Gobierno de la entidad.
El gobierno de Nuevo León anunció el cierre del Penal del Topo Chico para 2020 y la ampliación de los inmuebles ubicados en los municipios de Apodaca y Cadereyta para hacer frente al traslado de reos.
Lo anterior debido a que, de acuerdo con la propia autoridad, el penal es ineficaz y nulo en el objetivo de lograr la reinserción social de los internos que cumplen condenas ahí.
Durante la glosa del Tercer Informe de Gobierno, el secretario de Gobierno, Manuel González, hizo público el proyecto penitenciario que se estima tenga un costo de mil 900 millones de pesos, luego de señalamientos respecto a la violencia registrada en el último año en las penitenciarias estatales.
“Un penal que tiene 80 años sirviendo, que dejó e ser eficaz y dejó de ser el lugar donde podríamos lograr la reinserción de los reos recluidos”, dijo el secretario.
Por otra parte, detalló que los mil 900 millones de pesos estimados se destinarían para ampliar el número de dormitorios de los penales de Apodaca y Cadereyta, así como para brindar un servicio profesional administrativo, de alimentación y limpieza a los internos.
El penal del Topo Chico es una prisión estatal inaugurada en 1943. Desde marzo de 1980 a la fecha, la penitenciaría ha sido escenario de motines y masacres.