El candidato presidencial de la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, afirmó aquí que no confrontará más al régimen y que ahora centrará su campaña en la unidad de los mexicanos. Sobre su desafuero, dijo que no quieren que se lo apliquen a otros y si bien pidió que se investigue a Anaya y a Meade, “mi recomendación es que no se vayan a hacer daño”.
“No voy ya a polemizar, no voy a enfrentarme a nadie, no voy a engancharme en ninguna polémica. Vamos a buscar la unidad de todos los mexicanos, porque lo más importante es lograr un cambio verdadero en el país. Lo más importante es que saquemos al país del atraso en que se encuentra”, destacó el tabasqueño.
Añadió: “Lo más importante es que se acabe con la corrupción que impera y que reina en el país. Que se acabe con la impunidad. Que haya trabajo, que se acabe la inseguridad, que se acabe con la violencia que tanto preocupa”.
De acuerdo con el exjefe de Gobierno, México lleva ya más de 10 años sumergido en la violencia, y en el primer bimestre de 2018, apuntó, se incrementó el número de asesinatos u homicidios en el país.
“Entonces, eso es lo que nos debe preocupar principalmente, no pelearnos, serenarnos todos. Voy a mandar a recetar a la llamada clase política el amlodipino, que ayuda a mucho a bajar la presión y a que se serene la gente”, bromeó.
Al preguntarle si espera una campaña sucia en su contra, después de que el PRI y el gobierno acaben con Ricardo Anaya, candidato del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, López Obrador respondió que lleva años enfrentando al régimen.
“No quiero contradecirme, porque no voy a confrontar al régimen, al gobierno, ni a nadie. Pero nosotros hemos padecido acoso y nos han calumniado. Imagínense que hablen de populismo, de mesianismo, que estamos locos, que no estamos cuerdos, desde hace años hablando de eso. Por ejemplo, el desafuero, todo eso ha sido una maniobra del régimen para que yo no apareciera en la boleta”, sostuvo el candidato de Morena y de los partidos del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES).
Al recordar el tema del desafuero, manifestó que no fueron los actuales gobernantes quienes lo tramaron, sino los de Acción Nacional, y como víctima de eso, agregó, él no quiere que se la apliquen a alguien más. Lo único que pide, subrayó, es que se investigue a fondo tanto a Anaya como al candidato priista José Antonio Meade. “Y la recomendación es que no se vayan a hacer daño”, reiteró.
Señaló que es muy distinto lo que vive Anaya, porque las acusaciones que en su momento se hicieron contra él eran falsas. Ahora el panista está siendo señalado por haber recibido dinero de los moches que se entregaban cuando estaba en la Cámara de Diputados, aunque con frecuencia aplaudía las reformas que propuso Enrique Peña, soltó. Y para aprobar dichas reformas, apuntó, a muchos los maicearon.
Luego sugirió que sean llamados a declarar Luis Videgaray y José Antonio Meade, ambos exsecretarios de Hacienda, porque repartieron “maíz con gorgojo” a los diputados para que aprobaran el presupuesto de egresos.
Reconoció que no está exento de nuevos ataques, pues sus adversarios políticos “no juegan limpio, son mañosos, marrulleros, hasta perversos, pero el que nada debe, nada teme. Yo he salido siempre de la calumnia, ileso. Y no quiero presumir, pero se nos van a resbalar las acusaciones o el lodo que tiren”.
La persecución siempre ha sido una característica del régimen, y “ahora lo novedoso es que se están peleando entre ellos, y eso ahora es lo más preocupante porque se llevan muy fuerte”, lanzó.
López Obrador estuvo en Chiapas para sostener dos reuniones privadas, una con su estructura política de defensa del voto, y otra con empresarios de la entidad. En ambos encuentros estuvo acompañado del empresario Alfonso Romo.
Fuente: Proceso