Un hombre que fue asesinado en 2013 en un lujoso centro comercial de los suburbios en Dallas fue identificado en documentos judiciales como el representante de un conocido cártel mexicano, una afirmación que iría en contra de la creencia de que los capos de la droga rara vez tratan de ocultarse en Estados Unidos.
Juan Jesús Guerrero Chapa se mudó a una casa de un millón de dólares en Southlake en 2011, dos años antes de ser fatalmente baleado por tres hombres que según los fiscales lo acecharon durante meses.
Un documento presentado a una corte para el juicio de los tres sospechosos de asesinato sostiene que Guerrero se volvió el líder provisional del Cártel del Golfo, uno de los grupos del narcotráfico más violentos de México, después que el líder anterior, Osiel Cárdenas Guillén, fue detenido y luego extraditado a Estados Unidos en 2007 y más tarde condenado a 25 años de prisión.
Como jefe del Cártel del Golfo, “Chapa encabezó una gran empresa criminal cuyas actividades incluyeron asesinatos, tráfico de drogas, secuestro, extorsión, soborno, blanqueo de dinero y tortura”, dice el documento judicial.
Parece que Guerrero en parte buscaba el anonimato junto con su familia cuando se mudó a la región metropolitana de Dallas. Documentos de la corte señalan que él tenía temor de haber sido “encontrado por personas que querían matarlo”.
Las autoridades estadounidenses dicen que es raro encontrar líderes de alto perfil como Guerrero en Texas, y en particular en el norte del estado, una región que los cárteles han utilizado los últimos años como punto de partida para extender su red de distribución de drogas. La región de Dallas, alimentada por varias autopistas y aeropuertos pequeños, permite rutas directas hacia el centro del país y más allá.
El señalamiento hecho por los abogados de Jesús Gerardo Ledezma Cepeda fue incluido en un documento de la corte presentado antes del juicio de Ledezma y otros dos. Los cargos contra Ledezma y los otros incluyen conspiración para cometer asesinato por encargo y acoso interestatal.
Wes Ball, uno de los abogados de Ledezma, dijo que Chapa encabezó el Cártel del Golfo en calidad transitoria o provisional. Las autoridades estadounidenses han dicho que Chapa era abogado de Cárdenas Guillén y una importante figura en el funcionamiento del grupo criminal.
A menudo los cárteles tienen a miembros de nivel inferior viviendo en Estados Unidos para ampliar los esfuerzos de tráfico de drogas, dijo en un comunicado Russ Baer, portavoz de la DEA, la agencia antidrogas. Estos agentes se quedan por lo general por períodos limitados en los estados y luego regresan a México para evitar el escrutinio de las leyes estadounidenses.
Sin embargo, los líderes de nivel superior por lo general no viven en Estados Unidos debido a la probabilidad de ser capturados, indicó Baer.