Los presidentes de Honduras y México firmaron el sábado una carta de intención a fin de cooperar en estrategias que ayuden a contener la oleada de migrantes centroamericanos que buscan asilo en Estados Unidos. El gobierno de López Obrador espera generar 20.000 empleos en territorio hondureño para frenar las caravanas de migrantes que llegan desde ese país centroamericano
Durante la formalización del respaldo mexicano para apuntalar el desarrollo de programas sociales en Honduras para enfrentar las causas que motivan la elevada migración hondureña -la más alta de la región-, los presidentes de México y Honduras, Andrés Manuel López Obrador y Juan Orlando Hernández acordaron profundizar en la colaboración regionalmente para enfrentar el rezago social que motiva este fenómeno que involucra una aportación de México de 30 millones de dólares.
Acompañado de sus respectivos colaboradores con responsabilidades en el plan migratorio, por la parte mexicana, en la zona militar donde se están produciendo las plantas para su siembra López Obrador sostuvo que este acuerdo de colaboración -formalizada en la firma de una carta de intención en materia de cooperación y desarrollo– revela que “hay una alternativa para dar una solución racional, eficaz y humana” para enfrentar la migración en Centroamérica.
Este problema no puede ser atendido “solo pensando en el uso de la fuerza, en médicas coercitivas, sino atendiendo las causas que la origina. “Con este acto se está apostando a la cooperación más que a la fuerza” aseveró el presidente mexicano.
En su oportunidad, Hernández subrayó la importancia de potencializar el desarrollo del triángulo norte de Centroamérica, buscar alternativas que reviertan el enorme rezago social que existe en esta región con un modelo de cooperación regional que pueda demostrar que esta ruta es viable. Si bien subrayó que los resultados se apreciarán principalmente a mediano y largo plazo, reconoció que “estamos obligados a dar resultados hoy”
Hernández convocó al mandatario mexicano a formar una gran coalición para desarrollar el empleo en la región para enfrentar la problemática de la región que es la más afectada en el mundo por el cambio climático. Particularmente en Honduras donde la producción del café ha sido sumamente afectada, referencia que tuvo respuesta de López Obrador quien ofreció cooperación técnica para apoyar el cultivo del café y agregó: “Claro que aceptamos la propuesta claro que vamos a participar en este programa de desarrollo de los países de Centroamérica y México”, en alusión a la sugerencia del mandatario hondureño.
En su discurso, López Obrador hizo un apretado recuento de los vínculos históricos hay quienes cuestionan esto y llegan a la xenofobia, el rechazo y el odio al extranjero.
No podemos actuar de esta manera, todos somos seres humanos. Hay que tratar bien al forastero, nada de rechazar al migrante que tiene que buscarse la vida, buscar algo que mitigue su hambre y su pobreza. “Nunca rechazo al extranjero, fraternidad universal”.
López Obrador resumió el contenido de estos programas refiriendo que se pretende sentar las bases para que a futuro se preserven en el próximo gobierno porque “no va haber reelección”, generando algunos gritos pidiendo sí la hubiera.
En su momento, el secretario de relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard señaló que este encuentro revela la voluntad de ambos países por buscar una alternativa de cooperación y desarrollo para enfrentar el fenómeno. Es una prueba en la que México, Honduras, El Salvador y Guatemala de que sí se puede, ahora hay que convencer a Estados Unidos de que aporte recursos para el desarrollo.
Posteriormente, en entrevista Ebrard confirmó que de la carta de intención se desprende la aportación de 30 millones de dólares provenientes del Fondo Yucatán. Financiar programas similares a Sembrando Vida -reforestación- y Jóvenes Construyendo el Futuro, en las modalidades que Honduras disponga. En su momento, acotó, cuando transcurra el proceso electoral en Guatemala se concretará el apoyo con ese país.
Posteriormente, ambos mandatarios realizaron una demostración simbólica de siembra de árboles y se dirigieron a una reunión bilateral privada.
Fuente: La Jornada