Por Alvaro Delgado
La ampliación de dos años del periodo del ministro Arturo Saldívar como presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal, el órgano administrativo del Poder Judicial, ha reciclado la delirante hipótesis sobre la reelección de Andrés Manuel López Obrador como Presidente de México.
Se necesita ser estúpido para pretender la reelección presidencial en un país que, por esa razón, hizo la primera revolución social del siglo XX en el mundo y cuyo principio antirreleccionista quedó establecido en el artículo 83 de la Constitución. La sola pretención de cambiar este histórico precepto conduciría a la guerra civil.
Nunca faltan los aduladores, como con Carlos Salinas, pero a la mínima insinuación de reelección nos sumaríamos al repudio la inmensa mayoría de los mexicanos. Lo sabe cualquiera, más un político tan avezado en la historia nacional como López Obrador, sobre cuya pretensión reeleccionista no existe un solo indicio, salvo las perturbadas especulaciones de sus detractores.
¿El artículo transitorio que amplía dos años la presidencia de Zaldívar en la SCJN y en el CJF como parte de la amplia reforma al Poder Judicial, justamente para ser el instrumentador de la misma, es un experimento para la reelección de López Obrador? No, ni siquiera existe paralelismo.
Este paralelismo sí existe, en cambio, en la reforma que el Senado aprobó, en 2016, para ampliar el periodo de cuatro de los siete magistrados del TEPJF y ahora, como entonces, este cambio del Legislativo, apoyado por el Ejecutivo, puede ser desechado por el Poder Judicial.
Más aún: como parte del equilibrio de poderes, el máximo órgano del Judicial, la SCJN, puede declarar inconstitucional la reforma que amplía el periodo de Zaldívar como presidente de este órgano —que no como ministro— y la decisión la tienen los ministros antagónicos a López Obrador.
En efecto, luego de que PRI y PAN en el Senado aprobaron ampliar de tres a siete años en el cargo a Indalfer Infante y a José Luis Vargas, y de seis a ocho años a Reyes Rodríguez Mondragón y a Felipe Fuentes, la SCJN atendió la acción de inconstitucionalidad promovida por Morena y el PRD.
En esa ocasión, Margarita Luna Ramos, Eduardo Medina Mora, Luis María Aguilar Morales, Alberto Pérez Dayán, Jorge Pardo Rebolledo y Javier Laynez avalaron la reforma, mientras que Norma Piña, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, José Ramón Cossío Díaz, Zaldívar y Fernando Franco la rechazaron.
De los seis que avalaron, cuatro siguen en funciones y, si son congruentes, van a avalar la ampliación del periodo de Zaldívar. Con la excusa de éste, sólo les faltan dos votos que pueden provenir de los ministros propuestos por López Obrador: Juan Luis González Alcántara, Yazmín Esquivel Mossa y Alma Margarita Ríos Farjat.
Claro, los cuatro pueden mudar su criterio y sumarse al de Gutiérrez Ortiz Mena y Fernando Franco para, con la mayoría de seis votos, aniquilar la reforma que, según los delirantes, serviría para la reelección de López Obrador…
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