Un grupo bipartidista del Senado está a punto de llegar a un acuerdo en el anteproyecto para una amplia reforma que pondría a los inmigrantes no autorizados en un proceso de espera de 13 años para lograr la ciudadanía, dijo el jueves gente enterada de las negociones, a cargo de ocho senadores conocidos como “Pandilla de los Ocho”.
El proyecto de ley impondría un nuevo criterio sobre la seguridad fronteriza, permitiría el ingreso a Estados Unidos de más trabajadores de alto nivel de capacitación y de otros no especializados, a la vez que obligaría a los negocios a mantener altos estándares para la verificación del estatus de su personal a fin de saber si residen legalmente en el país.
El plan incluiría los cambios más drásticos que se hayan aplicado en varias décadas en materia migratoria.
Ocho senadores, conocidos como la “Pandilla de los Ocho” se han reunido diario en un esfuerzo por lograr un acuerdo. Persisten algunos desacuerdos en puntos importantes, pero confían en que resolver gran parte de ellos para el fin de semana, antes de que el Congreso inicie un receso de dos semanas. Esto les permitiría cumplir con el plazo que se impusieron para presentar el proyecto el próximo mes.
“Estamos lidiando con un creciente número de temas, en realidad es así, pero pensamos que estamos logrando avances”, dijo el senador republicano John McCain. “Algunos de estos temas son complicados”.
El grupo enfrenta presión para que acelere su trabajo. El jueves llegaron manifestantes a la oficina del senador demócrata Chuck Schumer, uno de los líderes del grupo, para acusarlo de no cumplir con su promesa inicial de tener una propuesta en marzo. El presidente del Comité Judicial del Senado, el demócrata Patrick Leahy, cuyo panel revisará la legislación, se quejó esta semana de que el grupo se está tardando demasiado. Como resultado, dijo Leahy, su comité no podrá terminar de redactar el proyecto para abril, como él esperaba.
“Aproximadamente el 90% de los temas está resuelto, incluida la vía para la ciudadanía”, dijo Schumer el jueves, en declaraciones a medios hispanos, de acuerdo con su oficina. Aseguró que estaba dedicando “más tiempo a este tema que a cualquier otro”.
Varios funcionarios que están con grupos externos dijeron que las principales áreas de desacuerdo tienen que ver más con la inmigración legal que con la no autorizada. Un ejemplo es un programa propuesto para que lleguen al país trabajadores a cubrir puestos no especializados. Esto ha sido tema de difíciles negociaciones entre la Cámara de Comercio de Estados Unidos y con la poderosa confederación sindical AFL-CIO. Aunque ambas partes han logrado avances, todavía no llegan a un acuerdo en los detalles sobre la estructura de un nuevo programa de visas.
Los funcionarios que informaron del estatus de las negociaciones hablaron con la condición del anonimato porque no estaban autorizados a tratar el tema en público.
Fuente: AP