Alto riesgo de desorden social en México

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El semanario británico alertó que México podría sufrir un gran desorden social durante el 2014, debido a las dificultades económicas que afrontarán los sectores más pobres de la población.

La publicación británica The Economist advirtió que México tiene un alto riesgo de desorden social durante el 2014, debido a que la población enfrentadificultades económicas que se podrían ver agravadas por la implementación del nuevorégimen fiscal, el cual entró en vigor desde el pasado 1 de enero.

Después de un análisis crítico de la situación en 150 países, el rotativo inglés consideró que la Reforma Hacendaria, aprobada por el Congreso de la Unión el pasado mes de octubre, está enfocada al beneficio de los sectores más acomodados del país, en detrimento de las oportunidades de desarrollo para los más necesitados.

“Para muchos mexicanos, la vida se está volviendo cada vez más difícil. Una Reforma Fiscal que entró en vigor el 1 de enero introduce una serie de nuevos impuestos que se dirigen principalmente a los ricos, pero terminan afectando fuertemente a los pobres”, dicta el semanario en su blog Cassandra.

El texto titulado Unos pocos pesos más, mucho más estrés, asegura que los cambios en la política hacendaria del país son suficientes para mantener a México entre las naciones con mayor índice de pobreza. El aumento de precios en la canasta básica termina por afectar a los más vulnerables, expone.

Asimismo, The Economist establece que las dificultades económicas son una de las causas primarias que impulsan los movimientos sociales, sobre todo, cuando resulta evidente la desigualdad de ingresos entre los diferentes sectores de la población, los bajos niveles de prestaciones sociales, las tensiones étnicas y la deficiencia en el operar del gobierno.

Entre los países con alto riesgo de desorden social se encuentran Ucrania, Bulgaria, BrasilArgentina, México, TúnezEgipto y Turquía, donde las manifestaciones y protestas sociales masivas se hicieron evidentes durante el año pasado.

Fuente: Sexenio

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