Las autoridades federales estadounidenses comenzaron el martes a trabajar en territorio mexicano por primera vez para inspeccionar camiones que crucen de Tijuana a Estados Unidos, como parte de un nuevo programa con el que pretenden reducir el congestionamiento vial y agilizar el cruce de vehículos de carga en una de las fronteras de mayor tránsito de la nación.
Las inspecciones conjuntas a cargo de autoridades estadounidenses y mexicanas dieron inicio una vez que los legisladores mexicanos superaron la renuencia y aprobaron cambios a la ley de armas de fuego de su país para permitir que agentes aduaneros y de inmigración extranjeros porten armas durante sus actividades.
“El beneficio es simple, evitar la doble inspección, declaró el secretario mexicano de Hacienda, Luis Videgaray, en una instalación conjunta en el sector Mesa de Otay de Tijuana, a unas cuantas manzanas del cruce fronterizo.
“Estamos trabajando con sentido común, la eficiencia para reducir el tiempo y reducir los costos”, agregó.
Aún era difícil emitir una evaluación de la medida, que dio inicio cuando autoridades estadounidenses y mexicanas autorizaron la salida de un cargamento de fresas rumbo a San Diego.
Durante las pruebas efectuadas la semana pasada, los tiempos se redujeron a la mitad, dijo Arazeli Penilla, de la firma Driscoll Strawberry Associates Inc.
Las inspecciones de los oficiales estadounidenses inicialmente se limitarán a productos agrícolas considerados de bajo riesgo por llevar pestes o enfermedades.
Los conductores de los camiones se detienen frente a ventanillas separadas cuando llegan a la instalación, una antigua planta de productos electrónicos; después los inspectores mexicanos y estadounidenses deciden si alguna unidad debe hacerse a un lado para revisarle la carga con escáner.
Si reciben el visto bueno, los camioneros pueden conducir sus unidades por una zona amurallada a San Diego.
En octubre, las autoridades mexicanas empezaron a inspeccionar cargamentos con destino a México de aparatos electrónicos, piezas automovilísticas y partes de la industria aeroespacial junto con sus contrapartes estadounidenses en el aeropuerto internacional de Laredo, en Texas.
Para este año, las autoridades estadounidenses planean inspeccionar camiones cargados con computadoras que se dirijan a Estados Unidos en San Jerónimo, en el estado mexicano de Chihuahua, cerca de las localidades fronterizas de Ciudad Juárez y El Paso, Texas.
Los cargamentos han sido inspeccionados por mucho tiempo en Estados Unidos y México, acción que puede tardar varias horas. Las nuevas instalaciones de “preinspección” fusionan efectivamente dos procedimientos en uno.
“Tiene muchísimo sentido”, dijo el director de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, R. Gil Kerlikowske, quien confía en ampliar el programa a otros pasos fronterizos de Estados Unidos con México y Canadá.
Esta muestra del estrechamiento de los vínculos fronterizos es la más reciente después de que un grupo de inversionistas estadounidenses y mexicanos inauguraran una terminal aérea en San Diego con un puente que cruza una cerca fronteriza con alambre de navajas que lleva hasta el aeropuerto de Tijuana, considerado el único puerto aéreo transfronterizo fuera de la Unión Europea.
La mayor importancia de las inspecciones conjuntas a los camiones de carga es que agentes estadounidenses y mexicanos trabajarán bajo el mismo techo, compartiendo inteligencia y otra información, afirmó Christopher Wilson, subdirector del Instituto México del Centro Internacional para Académicos Woodrow Wilson.
“Van a conocerse aún mejor que antes”, indicó Wilson. “Este es realmente un manejo fronterizo conjunto en sus primeras etapas”.
Los planes para las instalaciones de inspección conjunta estaban en elaboración desde hace mucho tiempo pero enfrentaron resistencia de México sobre el permitir que los agentes estadounidenses estuvieran armados.
“México ha sido muy susceptible respecto a que los agentes estadounidenses operen en territorio mexicano por los últimos dos siglos, desde la guerra México-Estados Unidos, pero particularmente desde la década de 1980”, agregó Wilson. “Es un asunto de soberanía nacional. El hecho de que estén dispuestos a esto muestra que México no tiene una concepción estrecha sobre lo que significa”.
Fuente: AP