Los niños migrantes detenidos en la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), son “víctimas de abuso físico, verbal y hasta sexual por parte de los oficiales (…) No estamos diciendo que todos los oficiales incurran en esto, pero son permanentes las quejas que escuchamos de los niños”, dijo Lisa Koop, del National Immigrant Justice Center.
Incluso, a los menores de edad “los esposan y los niños no deberían ser esposados… y si se quejan con los oficiales de CBP, les aprietan más las esposas”, dijo Koop, quien explicó que su organización se ha enterado de esta situación cuando los niños que están bajo custodia de dicha dependencia, pasan a la custodia de su organización.
Koop, cuya oficina está en Chicago, Illinois, ha conocido casos de adolescentes que estando embarazadas son esposadas por agentes de CBP.
Así lo dijo durante el Segundo Encuentro Regional en Materia de Niñez Migrante, organizado por el Colegio de la Frontera Norte, en Tijuana.
La ponente destacó que se trata de un trato inhumano hacia los niños migrantes.
La abogada explicó que muchos niños que llegan a su organización describen los centros de detención como “hieleras”, por el frío que hace, y se quejan de haber pasado hambre y recibir comida podrida.
Sin abogado defensor
Otro problema que enfrentan los menores de edad es que muchas veces llegan a un juicio y se defienden solos, no tienen abogado y “deben testificar solos frente al juez, en un ambiente que es muy intimidante”, aseguró Koop.
Gobiernos centroamericanos deben aprovechar este momento.
En estas difíciles circunstancias que enfrentan los niños migrantes centroamericanos, sus gobiernos tienen un rol central para defender sus derechos.
Y fue “sorprendente que el presidente de Honduras estuviera viendo el Mundial, mientras una o dos generaciones se están perdiendo”, dijo Pablo Ceriani, de la Universidad Lanus, de Argentina.
Lo anterior, en referencia al presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, quien el pasado viernes prefirió presenciar un partido de su selección de futbol de su país, en Brasil, en ligar de asistir a la reunión en Centroamérica con el vicepresidente de EU, Joe Biden.
Consideró que la deportación masiva de niños migrantes centroamericanos “es una solución de corto plazo, pues el niño va a volver a emigrar”, ya que no hay mínimas condiciones para su sobrevivencia en Centroamérica.
Adultos reciben mismo trato
En el Segundo Encuentro Regional en Materia de Niñez Migrante se destacó que el trato que reciben los menores edad por parte de autoridades migratorias en Estados Unidos es un reflejo de lo que ocurre con migrantes adultos.
Así lo explicó Jeremy Slack, de la Universidad de Arizona, quien tras encuestar con 250 preguntas a cientos de migrantes, descubrió que 28 por ciento fue víctima de violencia verbal por parte de agentes de la Border Patrol.
Además, 45 por ciento no recibió suficiente comida en centros de detención, uno de cada diez fue víctima de maltrato físico y a 39 por ciento integrantes de la Border Patrol les había quitado alguna pertenencia.
Otro problema que expresó uno de cada cuatro migrantes mexicanos es que en el periodo que transcurría, desde que los detenían en un centro de detención de migrantes hasta que tenían un juicio para determinar su situación legal, les extraviaban alguno de sus documentos legales.
Según Slack, lo anterior “es porque es muy complicada la comunicación entre la Border Patrol, el sistema judicial y las prisiones. No hay control de esos documentos y no hay una cadena de responsabilidades clara”.
Otra irregularidad es que durante el proceso legal para definir el estatus de un migrante “nunca checan si la persona tiene vínculos familiares (en la Unión Americana), que sería el primer motivo para estar en Estados Unidos”.
Lo grave es que 97 por ciento de los casos en los que un migrante presenta una queja contra la patrulla fronteriza “no resulta en ninguna acción por parte de la autoridad”, explicó el ponente.
Y dio a conocer que la estrategia más empleada por la administración de Barack Obama, para deportar a inmigrantes es detener por violaciones a leyes de tránsito, “en el trayecto del trabajo a la casa”.
Algunos de esos casos terminan en una deportación, y cada vez más el gobierno estadunidense está deportando a personas que tenían siete años o más viviendo en la Unión Americana
Fuente: Excélsior