Una red de corrupción, que implica la extorsión a familiares de migrantes centroamericanos, cobro de cuotas por liberar a indocumentados que son interceptados en vehículos y venta de mariguana en el interior de la Estación Migratoria de Acayucan, tejieron agentes del Instituto Nacional de Migración (INM).
De acuerdo con testimonios de personal de la misma dependencia y migrantes centroamericanos, dentro del esquema de corrupción se encuentran el director comisario del INM, Horacio Alcocer Rangel, y el agente Alberto Bravo Jiménez.
Uno de los casos fue denunciado por Rosa Flores, ciudadana hondureña quien llegó el 28 de febrero pasado a Tenosique, Tabasco, a solicitar asilo.
La razón expuesta fue que en Honduras sicarios asesinaron a parientes y luego trataron de matar a su esposo y dos hijos.
Desde que pidió el asilo, la mujer junto con su familia fue recluida en la estación migratoria de Acayucan.
Ahí, agentes pidieron información sobre familiares radicados en Honduras y Estados Unidos; los proporcionó pensando que era parte de los requisitos para lograr el asilo, pero no ocurrió así.
Con esa información, trataron de extorsionar a sus familiares.
Una cuñada de Rosa señaló en entrevista vía telefónica que le marcaban constantemente por teléfono a Estados Unidos para pedirle 40 mil pesos, que supuestamente serían entregados a la mujer centroamericana.
Nunca aportó el dinero, pero comentó que una vez le hablaron asegurando que Rosa estaba por cruzar la frontera con Estados Unidos y requería el dinero; como tampoco accedió la hondureña, empezó a sufrir violencia psicológica en el interior de la estación migratoria.
Fuente: Reforma