Un gran jurado acusó de abuso de poder este viernes al gobernador de Texas, Rick Perry, al haber amenazado con vetar fondos a una unidad encargada de investigar asuntos de corrupción en organismos públicos, para forzar a su titular para que renunciara.
El jurado investigador del Condado de Travis, encabezado por el fiscal especial Mike McCrum, acusó a Perry del cargo de abusar de su capacidad oficial, un delito grave (felony, en inglés) de primer grado, y de coerción de un servidor público, un delito grave de tercer grado. Ambos delitos son castigados con prisión, el primero con entre cinco y 99 años, y el segundo hasta con 10 años.
Perry es el primer gobernador texano a quien se le levantan cargos en el transcurso de casi un siglo. En enero dejará su cargo, pero probablemente busque la nominación presidencial para el 2016.
Un fiscal especial pasó meses llamando a testigos y presentando evidencia de que Perry infringió la ley cuando prometió anular un presupuesto de 7.5 millones de dólares a la Unidad de Integridad Pública, dirigida por la fiscal de Distrito del condado de Travis, Rosemary Lehmberg.
Varios de los colaboradores más cercanos del gobernador han comparecido ante el gran jurado en Austin, incluidos su jefe de staff, su director de asuntos legislativos y su consejero general. Perry aún no ha sido llamado a testificar.
De acuerdo con documentos del caso, Perry pidió la renuncia de Rosemary Lehmberg luego de que fuera arrestada por conducir en estado de ebriedad en abril del 2013. Un video de la cárcel mostró a la funcionaria —quien se declaró culpable de los cargos— mientras gritaba a los oficiales que llamaran al sheriff, pateando la puerta de su celda y sacando la lengua.
Lehmberg cumplió parte de su sentencia de 45 días en la cárcel, pero permaneció en su cargo, a pesar de los comentarios de Perry quien afirmó que el comportamiento de la fiscal había sido inapropiado.
Fuente: AP