El Presidente argentino Mauricio Macri fue abucheado y debió retirarse antes de tiempo de un acto en la localidad bonaerense de Mar del Plata en medio de protestas y pedradas al vehículo que lo trasladaba, una agresión repudiada por la oposición y el oficialismo.
Manifestantes de diversas agrupaciones que protestaban en contra de la política económica y por las recientes declaraciones de Macri sobre la dictadura lo abuchearon y protagonizaron luego desmanes con las fuerzas de seguridad que los reprimieron.
“Hay que usar la energía para construir, no para agredir”, instó Macri cuando los silbidos y los gritos en su contra no le permitían seguir con su discurso junto a la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal.
“Hace falta más amor, más diálogo y más respeto por el otro. Ese es el camino y lo hemos elegido la mayoría de los argentinos”, insistió Macri en su breve discurso.
La agrupación Votamos Luchar denunció que la policía no dejó que se acercara al acto que encabezó el presidente en el barrio Belisario Roldán de la ciudad balnearia de Mar del Plata, unos 400 kilómetros al sur de Buenos Aires, indicó el canal noticioso TN. La emisora señaló que los manifestantes buscaban increpar a Macri por sus declaraciones acerca de que no sabía cuántos desaparecidos hubo en la última dictadura militar.
Luego del acto increparon a las autoridades, patearon y tiraron piedras al auto en el que viajaban el presidente y la gobernadora, ambos del partido de centroderecha PRO, informó el canal noticioso.
La policía local y de la provincia de Buenos Aires respondieron con balas de goma y gases lacrimógenos, denunciaron dirigentes de Votamos Luchar.
Luego del breve discurso del mandatario y de la gobernadora, un grupo de manifestantes empezó a insultar y hasta pateó y le tiró piedras al auto en el que viajaban Macri y Vidal. Las fuerzas de seguridad intervinieron rápidamente y se produjeron algunos forcejeos con los manifestantes.
Macri viajó a Mar del Plata para anunciar obras públicas y visitar una plantación de kiwis.
El miércoles hizo polémicas declaraciones en una entrevista con el portal estadounidense BuzzFeed, al afirmar que no sabía si eran “9.000 o 30.000” los desaparecidos durante la última dictadura militar (1976-1983), a la que calificó de “guerra sucia”. Sus dichos fueron repudiados por los organismos de derechos humanos.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, acusó en una conferencia de prensa posterior a “sectores políticos que no aceptan que la alternancia es buena en la democracia” e impulsan “una situación de fuerte agresión al Gobierno”.
“El presidente está muy bien, la custodia presidencial trabajó impecablemente bien, en el momento que vio que había una agresión evacuó, pero esto no termina acá: si un fiscal no ha abierto causas el Ministerio de Seguridad lo va a hacer”, afirmó Bullrich.
Por su parte, el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis advirtió que “el cambio que vive el país genera resistencias” y repudió la agresión que sufrió Macri al señalar que a los actos violentos “hay que contestarles con tranquilidad y trabajo”. “Es clave desde nuestro lugar transmitir tranquilidad”, aseguró.
Gran parte del arco político expresó su repudio a las agresiones sufridas por el jefe de Estado, tanto de parte de la coalición gobernante de centroderecha Cambiemos, como también del Partido Justicialista y el Frente Renovador.
Fuente: DPA
