La Fiscalía General de Justicia Militar vinculó a proceso por el delito de desobediencia a cuatro de los soldados que abrieron fuego contra civiles el domingo pasado en Nuevo Laredo, Tamaulipas, con un saldo de cinco muertos, mientras la Fiscalía General de la República (FGR) investiga los hechos por el fuero civil.
Los uniformados irán a juicio en el fuero castrense por infringir el artículo 301 del Código de Justicia Militar, el cual señala que “comete el delito de desobediencia el que no ejecuta o respeta una orden del superior, la modifica de propia autoridad o se extralimita al ejecutarla. Lo anterior se entiende salvo el caso de la necesidad impuesta al inferior, para proceder como fuere conveniente, por circunstancias imprevistas que puedan constituir un peligro justificado, para la fuerza de que dependa o que tuviese a sus órdenes”.
Los cuatro militares, todos con el rango de cabo, fueron acusados de desobedecer las órdenes de sus superiores y detonar sus armas, según el reporte que entregó uno de sus mandos.
De acuerdo con la versión de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), sus elementos perseguían en la madrugada del pasado 26 de febrero a una camioneta, cuyos ocupantes se conducían de manera sospechosa.
El vehículo terminó chocando contra otro estacionado y “al escuchar un estruendo, el personal militar accionó sus armas de fuego”, indicó la Sedena.
Conforme al procedimiento, los cuatro cabos serán recluidos en una prisión militar, privados de su libertad, pero a disposición del agente del Ministerio Público Federal de la FGR, para que puedan ser interrogados.
Las pesquisas por los delitos del fuero civil relacionados con estos hechos continúan en la etapa de integración de la carpeta de investigación con entrevistas de testigos, recolección de indicios y datos periciales.
Fuente: La Jornada