A la cárcel, creador del detector GT200

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El productor y vendedor del falso detector molecular de armas y drogas, conocido como el GT 200, ha sido sentenciado a siete años de prisión en el Reino Unido. El empresario vendió en México mil 112 artefactos a una docena de instituciones federales y a 27 gobiernos estatales por alrededor de 450 millones de pesos. He aquí la historia de la gran estafa.

Un empresario británico que fue declarado culpable de fabricar y vender falsos detectores de bombas y drogas a varios países, entre ellos México y Tailandia, fue sentenciado el martes a siete años de cárcel.

Gary Bolton vendió los dispositivos caseros fabricados en plástico a clientes internacionales por hasta 10.000 libras (15.668 dólares) cada uno, y afirmaba que podían detectar explosivos, drogas, tabaco y marfil.

Pero los fiscales dijeron que los artilugios no eran más que cajas con manijas y antena.

Bolton, de 47, había refutado dos cargos de fraude, pero un jurado lo declaró culpable el mes pasado.

El juicio de una estafa que golpeó a México

El jurado británico encargado del juicio contra Gary Bolton, creador del detector molecular GT200, usado en México en la localización de explosivos y narcóticos, bautizado en el Ejército como la “Ouija del Diablo”, finalmente dio su veredicto en la Corte Criminal Central de Londres y lo declaró culpable de fabricar y comercializar sus artefactos falsos con gobiernos del mundo, el 27 de julio pasado.

El empresario vendió en México mil 112 artefactos a una docena de instituciones federales y a 27 gobiernos estatales por alrededor de 450 millones de pesos, de acuerdo con información obtenida a través del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI). Sin embargo, no existe en el país ninguna investigación contra los responsables del desfalco.

Después de tres días de deliberación, 11 de los 12 jurados británicos votaron en contra del dueño de la empresa Global Technical LTD.

Court News UK, la agencia de noticias de la Corte en Londres, informó a El Universal que el juez Richard Hone señaló sobre el veredicto que “claramente los delitos son muy serios”.

El hombre de 47 años, que hizo una fortuna estimada en más de 3 millones de libras anuales, lo que es equivalente a 59 millones de pesos, declaró al tribunal “sufrir estrés postraumático”.

Bolton será condenado el 20 de agosto y podría alcanzar una sentencia de 10 años de cárcel, la pena máxima para dichos delitos, según reveló una fuente de la Oficina Anticorrupción en el Extranjero de la policía de Londres.

Físico mexicano testifica en la Corte

Lo anterior lo informó el físico Luis Mochán, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), solicitado como testigo por la fiscalía británica en el juicio contra Bolton, por realizar en México un peritaje de campo, con la participación de operadores militares, que probó la nulidad del equipo en octubre de 2011.

El científico, que viajó a Londres para testificar contra el británico, dijo del fallo: “Espero que el gobierno mexicano haya aprendido la lección y apoye a la comunidad científica”.

En el juicio iniciado el 2 de julio pasado, testimonios vertidos en la Corte acusaron también al ex embajador británico en México de 2005 a 2010, Timothy Giles Paxman, de tráfico de influencias y de facilitar la sede oficial diplomática para que Bolton concretara sus negocios con el gobierno mexicano.

El gobierno de Reino Unido ha guardado silencio en el caso Paxman-Bolton. Sobre el veredicto del último, informó a El Universal en un mensaje electrónico: “Estamos al tanto de la resolución de la corte. Por nuestra parte, revisaremos cuidadosamente los resultados y la evidencia del juicio para evaluar las lecciones aprendidas y evidenciar qué pasos se deberán tomar para evitar eventos similares en el futuro”.

fraude gt200

El juicio

Luis Mochán pudo atestiguar parte del proceso judicial contra el inglés realizado en las instalaciones de la antigua cárcel de Old Bailey.

El acusado siempre acudió vestido con trajes refinados en tonos oscuros, en ocasiones acompañado de su esposa.

El empresario permaneció en un área separada dentro de la sala de audiencias, protegida por cristal blindado, desde donde escuchó los testimonios. En la sala, de acceso restringido, se impidió el ingreso de cámaras o grabadoras.

El científico precisa que la estrategia de la defensa de Bolton fue alegar “que éste ignoraba que no funcionaban los aparatos”, por lo que el jurado tenía que definir si en verdad engañó con alevosía y ventaja a sus clientes, entre ellos los gobiernos de México, Tailandia, China y Arabia Saudita.

Mochán expuso en el tribunal el protocolo de su peritaje que demostró la estafa del mango de plástico hueco, con una antena montada en un pivote, al que se le insertan tarjetas que registraban supuestos rastros moleculares de explosivos, armas, humanos vivos, muertos, tabaco, uranio, marfil, billetes y venenos.

Explicó que el experimento consistió en esconder una muestra de enervantes y cartuchos en una de ocho cajas puestas en fila en un galerón, sin que lo presenciara el operador militar. En 20 intentos, éste tuvo sólo tres aciertos, lo que se tradujo en un resultado “equivalente al azar”.

Dice que, para su sorpresa, el abogado de Bolton, Johathan Higgs, lo acusó ante el tribunal de falsear el experimento en colusión con el crimen organizado.

“El abogado dijo que la prueba fracasó porque los ‘cárteles poderosos de la droga’ nos sobornaron a mí y a los operadores militares para que la prueba fallara y así el gobierno dejara de usar esa ‘arma poderosa’”, aseguró. “Es un patán”.

Court News UK registró que durante el juicio Bolton siempre se manifestó convencido del uso de su detector para localizar sustancias prohibidas, y como testigo en su favor llamó a declarar al presidente de la Sociedad Británica de Radiestesia, que utiliza las legendarias varas de zahorí para la búsqueda de objetos.

Sin embargo, ni el mismo presidente de dicha sociedad intervino a favor del GT200, pues dijo que las varitas de zahorí originales “no eran de plástico”.

Cuando el jurado dio a conocer su veredicto de culpable, la esposa del empresario, una rubia de nombre Heather, “estalló en llanto y se le ordenó dejar la sala cuando empezó a respirar agitadamente”, describió Court News UK.

Negocio en México

Los diputados Ricardo MonrealRicardo Mejía Berdeja y Alfonso Durazo, del grupo parlamentario del Movimiento Ciudadano, presentaron el miércoles 24 de julio un punto de acuerdo en el que solicitaron a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión que exhorte al Ejecutivo federal para que “en un plazo no mayor a 30 días prohíba el uso del detector molecular GT200 en retenes y cateos de las Fuerzas Armadas al interior del territorio nacional”.

De igual forma, solicitan a los titulares de la Sedena, la Secretaría de Marina (Semar) y la de Seguridad Pública (SSP) que informen del número de detectores GT200 que están en uso.

Monreal opinó que, independientemente de que se fallara a favor o en contra de Bolton en Londres, en México el peritaje científico de Mochán “es prueba suficiente de que en México se cometió un fraude, por lo que ese aparato debe dejar de usarse” e investigarse los delitos cometidos por sus compradores y operadores.

El diputado afirma que la semana entrante presentará su punto de acuerdo en el pleno legislativo.

A partir de 2004 Global Technical LTD comenzó a vender su artefacto a través de la empresa mexicana Segtec (Seguridad e Inteligencia con Tecnología de Vanguardia).

Su primer cliente fue la Procuraduría General de la República (PGR) al adquirir de tres a siete equipos, al siguiente añoPetróleos Mexicanos (Pemex) comenzó a comprarlos hasta sumar 54, y la Sedena hizo compras masivas de 2007 a 2010 hasta contar con 742 aparatos.

Andrés Tonini, investigador ciudadano que se dio a la tarea de documentar a través del IFAI si las instituciones federales habían sometido a evaluación científica el aparato, obtuvo respuestas contrastantes.

Entre las instituciones que lo compraron, el Estado Mayor Presidencial respondió: “Antes de decidir la compra de los equipos GT200, éstos fueron probados por personal experto en explosivos perteneciente a este órgano técnico militar”.

Mientras la Sedena y la Administración Portuaria Integral de Progreso y la de Lázaro Cárdenas respondieron que “no se localizó la información solicitada”, y Pemex dijo simplemente: “No”.

“No me sorprendería que las autoridades simplemente decidieran echarle tierra al asunto y ‘aquí no pasó nada”, externó Tonini.

Si bien se buscó a los ejecutivos de la empresa Segtec, estos no se manifestaron sobre el fallo contra el dueño de Global Technical.

Fuente: El Universal

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