El Departamento de Justicia considera que la multinacional británica actuó “deliberamente” al “promover una cultura de la imprudencia” que desencadenó, el 20 de abril de 2010, la explosión de la plataforma Deepwater Horizon frente las costas de Luisiana.
El siniestro provocó once víctimas mortales y el vertido de centenares de millones de litros de crudo durante más de cuatro meses, hasta que las fugas fueron selladas.
La mayor catástrofe ecológica de la historia del país sembró las poblaciones ribereñas del Delta del Misisipi de damnificados.
La empresa BP cerró un acuerdo amistoso con los particulares, víctimas de la marea negra, por valor de 5.900 millones de euros.
La Administración estadounidense reclamará ahora en este proceso judicial, señalado para el próximo día 14 de enero, sanciones por “negliglencia grave” de hasta 16.800 millones de euros.
Fuente: EuroNews
