La autopista Durango-Mazatlán estuvo abierta sólo 19 días después de que fue inaugurada por el presidente Enrique Peña Nieto. La súper vía de 28 mil 600 millones de pesos fue cerrada a la circulación tras registrar múltiples derrumbes debido a las lluvias de la tormenta tropical “Sonia”, la cual tocó tierra ya como depresión tropical. Decenas de turistas chihuahuenses se quedaron varados cuando viajaban hacia Mazatlán.
Ya se había advertido de las fallas en la construcción de la obra magna del sexenio de Felipe Calderón. Caminos y Puentes Federales (Capufe) confirmó los primeros derrumbes hacia las 4:00 horas en los kilómetros 124, 133, 141, 145 y 148, cerca de la caseta de cobro Coscomate.
Otros tres puntos en los kilómetros 173, 207 y 209, cerca de la caseta Concordia, en territorio sinaloense, también tenían derrumbes o debilitamiento de los taludes, según lo confirmó más tarde Capufe en un comunicado de prensa.
A lo largo del día, usuarios de Twitter publicaron fotografías para mostrar el nivel de las afectaciones en la autopista. Había lo mismo áreas inundadas que derrumbes que bloqueaban por completo la autopista.
Tras los primeros cierres, personal de Capufe realizó trabajos de abanderamiento para desviar a los usuarios por el entronque de Las Adjuntas y reincorporarlos en Santa Lucía. Incluso, se reportó que de los cuatro tramos de la autopista, tres estaban operando de manera normal. Sin embargo, la circulación en ambos sentidos quedó cerrada definitivamente hacia las 8:00 horas y así continuaba ayer por la noche.
Los trabajos para remover el material de la carretera están a cargo de Capufe y de una empresa privada. No hubo personas lesionadas ni vehículos dañados.
La súper carretera fue inaugurada apenas el 17 de octubre por el Presidente Enrique Peña luego de 12 años de construcción en los sexenios panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón.
La autopista fue concluida sobre terrenos que no habían sido pagados a los comuneros de Sinaloa y Durango, quienes documentaron que la obra estaba mal hecha y que registraba cuarteaduras y derrumbes que provocaron daños estructurales en puentes
Más de mil personas fueron evacuadas ayer en el centro del Estado de Sinaloa a consecuencia de la tormenta tropical “Sonia”.
Decenas de chihuahuenses se quedan varados
Decenas de chihuahuenses que se dirigían al puerto de Sinaloa se quedaron varados, ante deslaves, derrumbes e inundaciones que sufrió la recién inaugurada supercarretera Durango-Sinaloa, a escasos quince kilómetros del Puente Baluarte.
La comunicación entre ambos estados quedo interrumpida por las fuertes lluvias que se registraron durante la madrugada del lunes, y que ocasionaron percances similares tanto en la carretera de cuota, como la libre que atraviesa el llamado Espinazo del Diablo.
En la supercarretera, de 230 kilómetros de longitud e inaugurada el pasado 17 de octubre, los daños más severos se presentaron a la altura del 142, a unos metros del puente El Cadil, en donde un pedazo de cerro se desgajó y enormes piedras bloquearon los dos sentidos de la vía.
Metros más adelante las fuertes venidas de corriente, de los altos cerros de la sierra occidental, derrumbaron otro cerro, formando una cascada natural que atravesó la carretera. Quinientos metros más allá el agua formó una laguna de un metro de altura sobre el tramo.
A lo largo de la carretera piedras esparcidas convertían la circulación en zonas de riesgo.
El Puente Baluarte, catalogado el día de su inauguración como la obra de ingeniería más importante en la historia de México reciente, no sufrió afectaciones, informó personal de Caminos y Puentes Federales ( CAPUFE).
Sin embargo, trascendió, que en el túnel El Sinaloense – el más largo de los 19 que integran la Supercarretera, un deslave bloqueó uno de los accesos.
Los deslaves e inundaciones se presentaron a las cuatro de la mañana, por lo que la carretera fue cerrada desde la caseta de Coscomate, localizada a 30 kilómetros de mayor impacto. En ese punto vehículos particulares, camiones de pasajeros y trailers, quedaron varados por horas.
Originario de la ciudad de Chihuahua, el señor Ramón Chávez, acompañado de su esposa, su hija, su yerno y dos nietos, arribó a Coscomate a las nueve de la mañana; para las tres de la tarde permanecían en espera de que se notificarán las probabilidades de la apertura.
“Nadie nos informa con certeza. Nos dijeron que en una hora, después que en tres. Llevamos casi seis horas esperando. Tenemos reservaciones de hotel en Mazatlán, ya perdimos un día. Queríamos conocer el puente”, lamentó. “Creo que tendremos que regresar a Durango, buscar hospedaje”.
Turistas que viajaban en camiones de pasajeros, de la línea Chihuahuenses y Futura, provenientes de Juárez, Chihuahua y Parral corrieron la misma suerte. Esperaron por varias horas hasta que las empresas decidieron regresarlos a la Central Camionera de Durango, en donde pasajeros provenientes de otras entidades aguardaban por una atención. Ahí la espera continuó.
Nadie, aseguraron, se hacía cargo plenamente de la atención de los viajeros.
“Salimos a las cinco de la mañana de Ciudad Juárez. Cuando llegamos a la zona bloqueada, dijeron que había ingreso por la libre. Nos llevaron hasta allá y también bloqueado. Nos regresaron aquí. A algunos les ofrecieron regresarlos a las ciudades de dónde venían, y han preferido eso que esperar”, comentó el chihuahuense Juan Aparicio.
A otro grupo la empresa Futura les ofreció el traslado de Durango- Guadalajara- Mazatlán. “Serán otras 14 horas” lamentó Karina Velasco.
En el tramo afectado, tráilers varados formaron una larga línea. Circulaban por la zona justo cuando ocurrió el derrumbe.
Ante la prolongada espera, un grupo de obreros que se quedó varado, optó por instalar una mesa en plena carretera, y preparar ahí sus alimentos
“Un tralier que transporta cementos iba al frente. Por fortuna alcanzó a detenerse. Con la caída de las piedras el puente (El Cadil) se cimbró”, narró Juan Rodríguez, conductor de uno de los trailers.
Personal de Protección Civil, Capufe y bomberos encabezaron las tareas de despeje de la zona, con apoyo de maquinaria pesada, sin que hasta la noche de ayer se consiguiera la liberación de los tramos.
Personal operador de la supercarretera, informó que esta no es la primera vez que ocurren deslaves, “aunque ninguno tan severo como el de ahora”.
Durante el período en que se realizaron los trabajos de construcción, y por tanto se mantenía cerrada, ocurrieron derrumbes y deslaves menores.
“Seguirán ocurriendo por lo menos durante los dos siguientes años, en tanto se estabilizan los cerros que fueron dinamitados para dar acceso a la supercarretera”, expresó Manuel García, quien fue uno de los ingenieros a cargo de la obra.
Personal que opera la supercarretera la calificó como una vía mucho más segura, que acorta tiempos de distancia, que reduce los riesgos de transitar por El Espinazo del Diablo, pero no deja de ser una carretera con cierto grado de peligro, en la que es recomendable circular a 100 kilómetros por hora, y siempre previendo las condiciones meteorológicas, ya que por la altitud en la que se localiza puede ser propensa a fuertes lluvias y densas neblinas.
Fuente: Reforma y El Diario/ Jorge Montes de Oca
Ver también:
Una supercarretera está en ruinas
http://hilodirecto.com.mx/una-supercarretera-esta-en-ruinas/
Entregan supervía Durango-Mazatlán
http://hilodirecto.com.mx/entregan-supervia-durango-mazatlan/
