5 de cada 10 niños genio abandonarán el país

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Los niños y jóvenes sobredotados salen de México en busca de alternativas para desarrollar sus altas capacidades cognitivas y de innovación. 

ninos superdotadosPor Georgina Baltazar Gaitán

Desde pequeño fue en contra de las ideas del sistema mexicano de enseñanza, porque mide a todos los alumnos de manera general. Creativo, inconformista, con ideas disruptivas y un tanto utópicas, así se autodefine Daniel Nishizawa, estudiante de la Licenciatura en Creación y Desarrollo de Empresas en el Tecnológico de Monterrey, quien a sus 20 años siente como si pudiera correr a 180 kilómetros por hora, pero el país sólo a 50.

“Este modelo de vivir es len­to, está en una zona de confort, mientras que la personalidad de los sobredotados nos lleva a buscar algo que crear, alguien a quien ayudar, un objetivo por transformar”, señala Daniel, uno de los organizadores de Jóvenes Transformadores Latam, evento que el próximo mes reunirá en Guadalajara a jóvenes de entre 13 y 20 años con capacidades superio­res, para discutir problemáticas en torno a agua, energía, alimentación, tecnologías, educación y transfor­mación social.

Otro de los impulsores del foro es Sabás Sánchez Tellechea, egre­sado de la Licenciatura en Nano­tecnología y Biología Molecular de la Universidad de las Américas en Puebla, quien actualmente par­ticipa en el concurso Cleantech Challenge, con el desarrollo de un recubrimiento fotocatalítico para la degradación de los gases de efecto invernadero en el aire.

En su caso, sentía que el sistema educativo lo frenaba, pues preten­de que todos los alumnos vayan al mismo ritmo y los mide con una calificación, no por desarrollar conocimientos o generar ideas o pensar en un segundo plano.

A sus 23 años, Sabás considera la posibilidad de cursar un posgrado en el extranjero, con la idea de desa­rrollar más su potencial y regresar a aplicar sus conocimientos.

Algo similar ocurre con su compañero Daniel, quien asegura que en algunos años no va a estar en México, aunque piensa regresar listo para lograr algún cambio en el país donde nació.

Impactos en desarrollo

Según datos del Centro de Atención al Talento (Cedat), en México hay un millón de sobredotados, de los cuales 50% migran para continuar sus estudios o trabajar en otros paí­ses. Las razones son multifactoria­les, pero vale la pena saber cómo se sienten aquí y qué buscan afuera.

Los niños y jóvenes con coefi­ciente intelectual alto en México apenas llegan a 3% de la población; tienen gran impacto en el desarrollo de alta tecnología y en la creación de empresas, puestos de trabajo y hasta en el ámbito social, al influir de manera positiva en el resto de la sociedad.

“La inteligencia es un gran activo y una excelente apuesta. No hay de otra, el talentoso se va a ir al extranjero si encuentra una buena oportunidad, y esta fuga exponencia la pérdida que estamos teniendo como país”, advierte Víctor Quiroz Romero, director de Política Pública del Laboratorio de Crecimiento.

Según la Cepal, en 2009 México fue el cuarto proveedor de Estados Unidos (EU) de migrantes altamente calificados, después de la India, Fi­lipinas y China. Con 1.4 millones de migrantes calificados en el exterior, México es el primer país de emigra­ción calificada de América Latina y el sexto a nivel mundial. Entre 2000 y 2012, el número de inmigrantes altamente calificados mexicanos en EU se multiplicó casi cinco veces más que la migración en general.

Si bien detectarlos e impulsar sus habilidades es muy importante, “después necesitamos meterlos en ambientes donde puedan generar conocimientos y crear ideas dirigidas al ámbito empresarial. Si no, por supuesto que es probable que vayan a trabajar a una empresa, les vaya muy bien y aporten mucho a la compañía, pero no se aprovecha todo su potencial”, enfatiza Quiroz.

La importancia del capital cogni­tivo, en especial de niños y jóvenes sobredotados, se refleja en la tasa de innovación, el grado de libertad eco­nómica, la efectividad del gobierno y la competitividad del país, con un impacto positivo en el nivel de producti­vidad (PIB per cápita) y la riqueza.

Heinrich Rinder­mann, director de la Cátedra de Psicología Educacional y del Desarro­llo de la Technische Univer­sität Chemnitz y uno de los investigadores más especiali­zados en el tema, afirma que la capacidad cognitiva también tiene un impacto positivo en el desa­rrollo político y social, pues ayuda a la construcción de la democracia, la ley y la libertad política, y de valores positivos. A nivel económico, calcula que México pierde alrededor de 600,000 dólares por cada cerebro sobresaliente que se sale del país en busca de más oportunidades.

Sello emprendedor

Durante el Congreso Internacional de Sobredotados, realizado en mayo en la Ciudad de México, se presentó el estudio La riqueza cognitiva de las naciones —realizado por investigadores del Cedat, la Universidad Anáhuac y la Universidad de Kelan­tal, en Malasia—, que demuestra que los jóvenes genio tienen importantes habilidades como emprendedores.

“No sólo es crucial desarrollar tecnologías, sino saber comercia­lizarlas en el mercado”, asegura María Elena Labastida Tovar, inves­tigadora del Centro de Alta Direc­ción en Economía y Negocios de la Universidad Anáhuac y coautora de dicho estudio, que determina que los países con más sobredota­dos tienen 57% más posibilidades de desarrollar habilidades en los jóvenes para que sean emprende­dores, mientras que en los países con menor proporción el impacto se reduce a sólo 33%.

El estudio también señala que los países con mayor proporción de niños y jóvenes sobredotados (IQ por arriba de 115) impactan positivamente en 63% a la innovación en las disciplinas STEM (ciencia, tecnología, ingenierías y matemá­ticas), mientras que los países con mayor pro­porción de niños y jóvenes con inteligencia promedio (IQ 85) contribuyen sólo con 12% (menos patentes, científicos y exportaciones de productos y servicios de alta tecnología). Y en cuanto a creación de riqueza, la proporción es de 71% contra 13%.

“Es por eso que los sobredotados son necesarios para la economía, pues son quienes pueden impulsar más el desarrollo y el posiciona­miento de tecnologías. Cuando migran a buscar otro estilo de vida, estabilidad económica, política y social, ya perdimos a tres generacio­nes: sus hijos y nietos, que también tendrán capacidades superiores”, señala Labastida Tovar.

Tácticas de retención

Para Rindermann, lo más impor­tante es que tengan oportunidades de desarrollo en universidades, empresas e instituciones donde puedan mostrar sus capacidades para hacer realidad la generación de nuevas ideas y productos.

Pero “más allá del ámbito econó­mico necesitan sentirse útiles, que están aportando algo importante y asumen nuevos retos”, explica el investigador alemán. Relata que en Alemania hay escuelas diferenciadas para los niños más sobresalientes, además de programas especiales con temas específicos: música, deporte y matemáticas.

En Estados Unidos se invierten alrededor de 500 mdd en programas para sobredotados; las empresas empiezan a reclutarlos desde que los detectan en la preparatoria o universidad. Para Quiroz, la mejor política pública para evitar la fuga de cerebros es que exista una efectiva política industrial y empresarial, así como acciones del gobierno que permitan que las empresas puedan retener a ese talento.

En cuanto al siste­ma educativo “pueden hacerse programas piloto, incluir herramientas digitales que pueden identificar qué entiende el estudiante y qué proble­mas de aprendizaje está teniendo (como tutores). Tener esa data sería muy importante para imple­mentar estrategias mejor dirigidas”, agrega.

Para Labastida, una ruta de retención es la apertura de posibilidades en espacios profesionales, estabilidad económica y política, libertad en la currícula del método educativo (cátedra diferen­ciada acorde con las habilidades de los alumnos o alternativas flexibles que promuevan la investigación, el análisis, la interpretación y la innovación), además de flexibilizar la adecuación de temarios.

Otra recomendación que hace esta especialista para elevar la com­petitividad educativa y, por lo tanto, el desarrollo de talento y habilidades cognitivas es la libertad de estudiar cualquier grado académico sin res­tricciones de edad.

Rindermann estima que por cada dólar invertido en una persona so­bredotada se logra un efecto como si se invirtieran dos o tres dólares en una persona no sobredotada. En el ámbito empresarial, este experto explica que no existen programas corporativos dirigidos de manera específica al talento sobredotado.

Por la circularidad

La emigración de personal califi­cado ha sido percibida a través de sus consecuencias negativas, como pérdidas de población altamente calificada (brain drain).

Pero luego surgió la idea de que “puede enfrentarse a través del retorno y, sobre todo, por medio del establecimiento de vínculos con los emigrados, apoyando la creación de redes científicas asociadas a las diásporas y según la idea de la existencia de un mercado global de talen­tos o recursos humanos calificados. Empalmando estas propuestas emergió también la idea de la circulación de cerebros”, relata Jorge Martínez, asistente de investigación del Centro Latinoamerica­no y Caribeño de Demo­grafía (Celade), división de Población de la Cepal.

“Cuando decimos que un joven talentoso estudió en el extranjero y se quedó allá, perdimos como sociedad porque invertimos en él y no regresó. Tenemos una visión corta del mundo del conocimiento; éste es más complejo: tiene que ver con alguien que está en un lugar en el mundo para expresar su poten­cial. Debemos preocuparnos no por dónde está, sino por cómo se ve beneficiado el país de lo que está haciendo y en mantener las redes, pues eso es lo que va a hacer que México se conecte con el mundo del conocimiento a nivel internacional”, asegura Enrique Cabrero Mendoza, director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

Iván Zavala, director de Desarro­llo de Tecnologías de la Información de TechBa, coincide con que no necesariamente es mala la fuga de talentos si “se le da una buena causa y forma. Con base en sus habilidades e intereses, cada joven va a encon­trar un área geográfica donde desa­rrollarse. La clave es que el talento esté conectado”.

En este sentido, Fumec trabaja de la mano con una agrupación de ejecutivos latinos en Estados Unidos para generar vinculación y apoyo a emprendedores. A una década de haberse creado, la Red Global de Mexicanos Calificados en el Exterior tiene 4,000 integrantes de 50 capítu­los regionales en 23 países y cuatro continentes, con 180 proyectos en ciencia, academia, tecnología, em­prendimiento, innovación, industrias creativas y responsabilidad social. Su propósito es que estos emprendedo­res transfieran conocimiento a México, visibilizarse, estar vincula­dos con su país de origen y a ser role models de jóvenes.

Zavala dice que aunque desde la Secretaría de Relaciones Exteriores no existe una estrategia para que los mexicanos no se vayan, sí hay apoyo mediante la vinculación con instituciones y el programa Jóvenes Transformadores.

“La fuga de cerebros está al servicio de México porque genera oportunidades de conocimientos y trabajo de alto valor; éste es un modelo que pretendemos seguir. La mejor manera de retener al talento es motivarlo”, concluye Zavala.

Fuente: Forbes

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