Por Álvaro Delgado
“El pasado importa tanto como el futuro.
Son dos tiempos que se acompañan”
Julio Scherer García
La disputa por la nación en México adquirirá en 2021, que inicia el viernes, una intensidad inédita con la mayor elección de la historia, clave para el resto del sexenio de Andrés Manuel López Obrador y su proyecto de Cuarta Transformación, pero también será el año del enjuiciamiento y eventual prisión, al menos en el caso del priista Enrique Peña Nieto, de los ex presidentes de la República vivos.
El 1 agosto, dos meses después de la elección para renovar la Cámara de Diputados, 15 gubernaturas y cientos de cargos locales, se consultará a la población si debe enjuiciarse a Carlos Salinas (PRI), Ernesto Zedillo (PRI), Vicente Fox (PAN), Felipe Calderón (PAN) y Peña (PRI), tal como lo avaló, en octubre, la SCJN.
El organismo encargado de organizar la consulta es el INE y en la boleta se formulará la pregunta que diseñó la SCJN: “¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes, con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?”
Es previsible que la mayoría de quienes acudan a la consulta se manifiesten en favor de juzgar a los expresidentes —ya lo fue Luis Echeverrría por la matanza de 1968 y El Halconazo de 1971—, pero la duda es si existen elementos de prueba para someterlos a proceso y encarcelarlos. En el caso de Peña, último presidente priista, se acumulan en la Fiscalía General de la República los expedientes que conducen a él, al menos en tres casos emblemáticos: los sobornos de Odebrecht, el saqueo con la Estafa Maestra y la venta de la planta de Agronitrogenados.
Estos tres asuntos, formalmente denunciados ante la FGR, involucran al círculo más cercano de Peña, encabezado por Luis Videgaray, el coordinador de la campaña presidencial de 2012 y el virtual vicepresidente, quien es identificado por Emilio Lozoya y por Rosario Robles como el artífice principal de esta trama de multimillonaria corrupción. En los primeros meses de 2021 estará fluyendo la información de los implicados que apuntarán a Peña, muy probablemente del propio Videgaray que buscará salvarse con el mismo argumento de quienes le imputan a él responsabilidad: sólo cumplía órdenes de su superior.
Calderón, ya de vuelta al PAN, es otro que está directamente involucrado en alta corrupción, al menos con el contrato de Etileno XXI, que otorgó privilegios a Odebrecht y a Idesa, y que involucran al excandidato presidencial priista José Antonio Meade. La campaña por el enjuiciamiento a los expresidentes correrá paralela a la elección de junio y ni modo que el PRIAN no los defienda, en especial a Carlos Salinas, creador del cogobierno que duró tres décadas y cuyos actuales articuladores, Claudio X. González, Enrique Krauze y Héctor Aguilar Camín, son prosélitos…
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