#YoSoy132 no ha sido derrotado

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Lo que los medios de comunicación llaman derrota bien podría ser una victoria

 

Por Isadora Bonilla

 

Para muchos el movimiento #YoSoy132 tuvo una derrota éste domingo. Uno de sus objetivos y pilares ideológicos era impedir que los medios impusieran un presidente mediante sus campañas lava cerebro.

 

Todavía no se terminaban los cómputos y Peña Nieto ya se vanagloriaba de haber ganado la elección. Bueno, ya sabíamos que venía un fraude y a muchos no nos extrañó que ganara Enrique Peña Nieto. Nosotros personalmente sabíamos que el PRI era capaz de fraguar un fraude, y no sólo a partir de la manipulación de los cómputos y las irregularidades en las casillas. Tenía todo el dinero del país para una campaña de compra de votos y paternalismo en un país en donde muchos se desilusionaron porque cuando cayó la dictadura priísta en 2000 las cosas no mejoraron, trajeron 90,000 muertos y la otra “izquierda” era igual de corrupta y menos esperanzadora que — lo viejo—.

 

Parece que nos atenemos al dicho de: “Más vale diablo conocido que bueno por conocer”, mientras algunos se deprimen en el desánimo o se dan a la tarea de asistir a una marcha para mostrar su descontento y se sienten derrotados después de tantas brigadas informativas, otros creemos que lo que pudiera parecer una gran derrota para el movimiento 132, podría, más bien, convertirse en una victoria.

 

Uno de los grandes puntos del movimiento era la democratización de los medios.

 

Dado que la realidad es que a pesar de una impugnación y el recuento de las irregularidades electorales lo más que pueden hacer es respaldar una visión de elecciones fraudulentas, sería bueno mirar hacia adelante en un panorama en donde ya tenemos al menos un pres9dente claramente Espurio otra vez.

 

Un gran logro del movimiento ha sido poder visibilizar la enorme co-participación de los grupos de poder detrás de las televisoras. Sí, hace seis años no todos los actuales 132 salieron a la calle con la entonces aprobada -por unanimidad- Ley Televisa. Hoy sin embargo existe una masa crítica que ha logrado atajarse del velo de adormecimiento social y al menos puede notar con claridad y repudio lo que realmente maquina un duopolio televisivo en México.

 

Para dicho duopolio, no se trata de “entretener” a una población “trabajadora” y “festiva” como quisiera hacer creer Televisa desde que se volvió cuna del espectáculo barato y vulgar. Se trata de justificar por medio de sus noticieros y sus telenovelas un sistema económico y social que se vale de la explotación, el saqueo y la implantación de valores y un estilo de vida que funciona perfectamente para el pequeño grupo empresarial que año con año mantiene a sus esclavos en la miseria mientras él se regodea en su exitosa empresa de construir una telecracia. Pero eso ya lo sabemos.

 

El hecho de visibilizar un problema, tan grave como el nuestro, en un país en donde la mayoría está hipnotizada por la caja idiota es un logro enorme. Es incluso un logro aún mayor, el hecho de que éstas elecciones fraudulentas y absolutamente todos los pequeños y grandes acontecimientos del 1° de julio le hayan dado la razón al movimiento 132.

 

No somos revoltosos, ni somos sólo anti Peña Nieto (causa que vemos perdida y que debemos superar anímicamente) somos una masa crítica que ha podido quitarse venda de los ojos y que es capaz de ver a su oponente directamente a la cara y sin miedo.

 

La Telecracia es el nuevo gran objetivo del movimiento. Debemos ser capaces de actuar organizadamente y accionar en función de nuestras posibilidades reales. Estrategia es, recuerden, actuar con la cabeza fría.

“Ellos” tienen los medios de manipulación masiva y controlan varios sectores de poder en México. Nosotros sostenemos esos medios y esos sectores con nuestro consumo y nuestro trabajo. Tenemos una verdad muy grande, y una creatividad que puede superar la depresión post- electoral, y plantearse nuevos objetivos, siempre no violentos, y de manera articulada. No importa cuánto tiempo tome; la prisa no es buena consejera. Al PRI le ha llevado años construirse una red, desarrollar ojos y recursos para ganar su objetivo. A nosotros también puede tomarnos años y sólo así podríamos lograr contrarrestar esa opresión. Mejorar medios de comunicación, mayor conciencia política en la sociedad, poder exigir con uñas y dientes una mejor oferta educativa y una democracia REAL son objetivos alcanzables para un movimiento organizado.

 

Si actuamos de forma desgastante, con marchas masivas diarias sin planificar -por ejemplo, estaremos dándole a los autores de éste FRAUDE la victoria de vernos debilitados cuando un movimiento principalmente estudiantil se tope de frente con un monstruo invisible hasta ahora: el regreso a clases.

 

Peña Nieto robó la presidencia y nosotros teníamos razón. En ese sentido, ganamos respeto y credibilidad. Sigamos adelante.

 

Este artículo ha sido difundido como una entrega especial para Narconews.com

 

La fotografía que ilustra esta nota fue tomada por Mario Jiménez, el 23 de mayo de 2012 en la Ciudad de México.

Liga a la foto original:

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