Militantes del Estado Islámico (EI) fusilaron y degollaron a más de 150 soldados que capturaron en recientes combates al noroeste de Siria, a raíz de los cuales los rebeldes tomaron el control del aeropuerto militar de Tabqa, aseveró hoy el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (SOHR, por sus siglas en inglés).
Dicha información confirmó las recientes publicaciones de yihadistas en diferentes cuentas de Twitter, en las que aseveraron haber asesinado a “alrededor de 200 prisioneros”, planteó el SOHR.
Como parte de su estrategia propagandística que consiste en difundir sus actos violentos en Internet –como la decapitación del periodista estadunidense James Foley la semana pasada–, el EI difundió un video en Youtube en el que se ve a los prisioneros caminar en ropa interior con las manos en la nuca. Posteriormente se observan decenas de cuerpos apilados y tendidos en la arena.
Posteriormente se observan decenas de cuerpos apilados y tendidos en la arena.
El SOHR asevera que 200 de los mil 400 soldados fieles al régimen de Bashar al Asad perdieron la vida durante los combates por el control del aeropuerto, que los rebeldes capturaron el pasado domingo. Otros 700 lograron escapar y se refugiaron en zonas ocupadas por el gobierno.
Parte de los 500 restantes seguían luchando hoy en una hacienda ubicada cerca de Tabqa y otros se escondieron, según el SOHR. Unos 160 de ellos fueron capturados la noche del miércoles por EI mientras trataban de alcanzar lugares más seguros. El SOHR supone que son los que aparecen en los videos.
Según un informe que publicó ayer la Organización de las Naciones Unidas (ONU), las ejecuciones públicas se convirtieron en “un espectáculo común” en las zonas controladas por EI en Siria, especialmente los viernes.
El reporte añade que EI obliga a veces a la población a asistir a los asesinatos –de una crueldad extrema– “para destilar el terror” y asegurarse de su sumisión. Después de la ejecución, los asesinos abandonan los cuerpos en las vías públicas, precisa.
La misma ONU denunció hoy que hombres armados detuvieron a 43 cascos azules en el lado sirio de los Altos del Golán –la zona fronteriza que separa Siria, Líbano e Israel–, donde combatían rebeldes y soldados sirios.
“Otro contingente de 81 efectivos de la Fuerza de la ONU en los Altos del Golán (UNDOF) está también inmovilizado en sus posiciones en esa misma zona”, abundó el organismo internacional.
Hasta ahora, ningún grupo insurgente reivindicó la detención de los cascos azules. El gobierno sirio declaró en un comunicado que “los grupos terroristas y los que los apoyan tienen la entera responsabilidad de la seguridad de los guardianes de la paz”.
Fuente: Apro