Y ahora militares actúan de antimotines en Guerrero

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El arresto de dos policías comunitarios en Petaquillas, Guerrero, generó en el bloqueo de la carretera México-Acapulco que fue desalojado mediante antimotines militares y en la retención de un convoy con decenas de militares que finalmente fueron lberados en El Ocotito

Por Rogelio Agustín

La detención de dos policías comunitarios generó un despliegue de militares y federales en las inmediaciones de Petaquillas, lo que derivó en un desalojo en la carretera federal México-Acapulco y la retención durante ocho horas de cinco unidades de antimotines bajo el mando del comandante Espartaco.

Aproximadamente a las 08:00 horas, el comandante de la policía comunitaria del Frente por la Seguridad y el Desarrollo Social del Estado de Guerrero (Fusdeg), Justino Ocampo, y el elemento Manuel Cárdenas intentaban llegar a Petaquillas, procedentes del Valle del Ocotito.

A poca distancia de su destino, después de pasar la comunidad de Mazatlán, unos 200 elementos del Ejército les hicieron la señal para que detuvieran la camioneta en la que se trasladaban.

Portaban dos escopetas calibre 12, no tenían los permisos correspondientes, pero alegaron que por tratarse de bajos calibres no tendrían ningún problema ya que podían identificarse como policías comunitarios incorporados al Fusdeg.

Los militares aseguraron las armas y los llevaron detenidos a la delegación que la Procuraduría General de la República (PGR) tiene en Chilpancingo.

Para las 09:00 horas se tuvo conocimiento de la detención en Petaquillas, los coordinadores del frente hicieron sonar las campanas de la iglesia central y de inmediato cientos de habitantes se reunieron.

Los coordinadores del Fusdeg informaron de la captura del comandante Justino Ocampo y de su subalterno, de inmediato acordaron ir hacia la carretera federal para bloquearla y de esa manera reclamar su liberación.

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Empujones y golpes

Los habitantes de Petaquillas no se limitaron a cerrar la carretera, a paso lento caminaron hasta quedar a poca distancia del filtro de vigilancia instalado por militares, que portaban equipo antimotín y permanecían apostados a la orilla de la carretera.

Un oficial se acercó a dialogar acompañado de un par de soldados, los inconformes le pidieron que informara el paradero de los dos comunitarios detenidos y establecieron un cerco para aislarlos del resto de los militares.

Hubo un diálogo que se prolongó sin alcanzar ningún acuerdo, el capitán que estaba al frente solicitó que le permitieran regresar hacia sus unidades para hacer una llamada y solicitar la información que los vecinos reclamaban, la respuesta fue que no se iría hasta que los elementos del Fusdeg recuperaran su libertad.

La discusión se prolongó hasta las 13:00 horas, los militares —que portaban cascos, escudos y toletes— avanzaron para replegar a los manifestantes y romper el cerco humano tendido en torno a su mando.

En forma desordenada, los hombres, mujeres y niños que cerraban la carretera trataron de contenerlos, pero no tuvieron éxito.

Un grupo de taxistas de Coyuca de Benítez, encabezados por Juan Mendoza Tapia, respaldó a los defensores de los comunitarios y en la refriega aventaron una camioneta contra los soldados, pero al primer impacto el chofer dejó de acelerar, lo que evitó que los arrollara.

La unidad blanca con placas de Guerrero quedó con el parabrisas roto y la parte frontal abollada por los golpes de tolete.

Los lugareños terminaron con golpes en brazos y cabeza, pero no reportaron lesiones graves.

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Caso ‘Espartaco’

Al trascender la detención del comandante Justino, el Fusdeg activó sus bases de apoyo en el corredor geográfico del Valle, por lo que habitantes del Ocotito, Mohoneras y Cajeles llamaron a cerrar otro tramo de la vía federal que comunica con Acapulco.

Cinco unidades de antimotines federales —bajo el mando del comandante Espartaco— que estaban apostadas cerca de la entrada, fueron rodeados por cientos de habitantes, quienes retuvieron a los oficiales.

Los del Ocotito poncharon las llantas de los camiones y los revisaron.

La detención del oficial de la Policía Federal abrió una negociación que generó resultados después de las 19:30 horas, cuando en la delegación de la PGR se determinó liberar al comandante Justino y el comunitario Manuel Cárdenas.

Ambos integrantes del Fusdeg fueron presentados en la base de la policía comunitaria en Petaquillas.

A partir de las 19:00 horas, cuando los policías comunitarios abandonaron la delegación de la PGR, la carretera federal fue liberada, 40 minutos más tarde sucedió lo mismo en el Ocotito.

Después de las 21:00 horas, el comandante Espartaco pudo salir de la base en que permanecía retenido, de inmediato sus elementos repararon los daños ocasionados en las llantas y se retiraron.

Por la noche, la Comisión Nacional de Seguridad Pública dio a conocer una foto en la que se ve a Espartaco dialogando con los pobladores de El Ocotito. Asegura que las pláticas se llevaron a cabo en un clima de tranquilidad.

Claves en Petaquillas

– En Petaquillas, la postura de la mayoría de la población es de mantenerse en la autodefensa, que hoy cumple una semana, ya que aseguran que hasta antes del sábado 31 de enero nadie más los había respaldado.

– La PF y el Ejército se oponen al tránsito de civiles armados en la vía federal, con el argumento de que las policías comunitarias solo pueden operar dentro de las localidades que resguardan.

– Ante la ausencia de acuerdos, a ocho días de que la autodefensa llegó a Petaquillas, el riesgo de que haya más detenciones y cierres de carreteras es real.

Fuente: Milenio

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