WikiLeaks ha revelado 60 mil cables con detalles jugosos sobre la diplomacia saudí, dando además indicios sobre los derroches de la realeza y las intrigas políticas características del Oriente Medio.
En la embajada saudí en Teherán, algunos diplomáticos analizan la posibilidad de dar publicidad por medio de Facebook y Twitter a las quejas de los jóvenes locales desencantados. En la embajada en Jartum, Sudán, informan ansiosamente sobre la ayuda militar de Irán a Sudán.
Mientras tanto, la misión saudí en Ginebra se ve en figurillas para lidiar con una factura multimillonaria generada por el uso de limusinas de una princesa saudí y su séquito.
Esos y otros documentos diplomáticos publicados por WikiLeaks son apenas la primera tanda de lo que el grupo anticipa será una cantidad mucho mayor, pero de todos modos ya han revelado detalles jugosos sobre la diplomacia saudí, dando además indicios sobre los derroches de la realeza y las intrigas políticas características del Oriente Medio.
WikiLeaks ha publicado hasta ahora unos 60.000 documentos de los cuales The Associated Press solo ha podido autenticar unos pocos, pero la organización insiste en que todos son genuinos.
Las autoridades saudíes no han cuestionado explícitamente la autenticidad de los documentos y los diplomáticos saudíes no han respondido numerosas solicitudes de declaraciones. Sin embargo, la cancillería saudí advirtió el domingo a los ciudadanos en su cuenta de Twitter que eviten visitar “todo cibersitio con el propósito de conseguir un documento o información filtrada que pueda ser falsa y se proponga perjudicar la nación”.
Muchos de las decenas de documentos revisados por The Associated Press parecen destinados a vigilar la actividad iraní en la región o socavar los intereses de Teherán. Un memo sin fecha, aparentemente enviado desde la embajada saudí en Teherán, comentó lo que calificó como “la frustración de los ciudadanos iraníes y su intenso deseo de cambio de régimen” y sugirió medios de exponer públicamente las reclamaciones sociales de los iraníes por medio de “internet, redes sociales como Facebook y Twitter”. También sugiere “invitar a figuras de la oposición fuera de su país, coordinar con ellos y estimularlos a usar galerías para mostrar fotos de torturas infligidas por el régimen iraní”.
Los saudíes también vigilan a los amigos de Irán, reales o supuestos. Un memo de 2012 advierte que Irán recibía “mensajes estadounidenses amistosos” que sugieren supuestamente que Estados Unidos no objeta un programa nuclear iraní siempre que tenga garantías, “posiblemente rusas”.
Otro memo, con fecha 2012, acusa a los Emiratos Árabes Unidos de ayudar a Rusia e Irán a burlar las sanciones internacionales. Un tercer memo -clasificado “máximo secreto”- sostiene que Irán bombardeó las fuerzas de Sudán del Sur durante el conflicto por el área petrolera de Heglig.
Los documentos saudíes incluyen muchas afirmaciones difíciles de confirmar.
Fuente: AP