Los Underwood, la maquiavélica pareja de la serie House of Cards, estarán de vuelta el viernes 27 de febrero, esta vez en la cima del poder, para una muy esperada tercera temporada de la producción de Netflix.
“Lo que realmente tiene valor es mantenerte cuando las apuestas están tan altas”, dice con melancolía el personaje Frank Underwood, interpretado por Kevin Spacey, en una publicidad lanzada hace semanas para anunciar la vuelta de la serie este viernes.
Como ha hecho en las dos temporadas previas, el sitio de videos en línea pondrá al aire este viernes, de una vez, los 13 episodios de la temporada, permitiendo a los millones de seguidores -Netflix nunca da cifras de audiencia- verlos a su ritmo.
Los espectadores dejaron a Frank Underwood, al fin de la segunda temporada, justo cuando está a los pies de la presidencia de Estados Unidos, conquistada a base de crímenes y truculentos complots.
Sobre la tercera temporada, los anuncios permiten algunas suposiciones de la trama. “El presidente Underwood intentará perpetuar su legado”, en relación a su reelección, dice un tráiler. Su esposa Claire (Robin Wright) “quiere más que el rol de la primera dama. La mayor amenaza que van a encarar, es la de enfrentarse el uno al otro”, dice otro aviso.
Según las imágenes seleccionadas, el matrimonio parece tambalearse en medio de la agitación política y diplomática que el nuevo presidente tendrá que enfrentar probablemente con fuerza, manipulación y cinismo.
El 11 de febrero pasado, por media hora diez episodios de la tercera temporada estuvieron al aire, aparentemente por error. Netflix alegó “problema técnico”, antes de publicar un tuit con ironía que decía “Es Washington, siempre hay fugas”.
Sobre el interés que la serie ha desatado, permanece la pregunta de si House of Cards resistirá a “la fatiga de la trama”, según escribió el portal Hollywood Reporter.
“Este tipo de programa, elegante, con personajes bien ejecutados, no puede continuar sin un fin”, dijo Robert Thompson, profesor de televisión y cultura popular de la Universidad de Syracuse. “Necesitamos de un comienzo, un punto medio y un fin”, agregó.
Fuente: AFP