Por José Pérez-Espino
En las elecciones más recientes, los juarenses dejaron de ir a las urnas pero comenzaron a regresar al beisbol.
En 2012, casi las dos terceras partes de los electores optaron por no acudir a emitir su voto. Al mismo tiempo, los Indios de Ciudad Juárez tuvieron una temporada de ensueño en el Campeonato Estatal de Beisbol y buena parte de la población hablaba del equipo y sus logros.
Muchos políticos no han entendido el mensaje. No saben por qué los ciudadanos han dejado de votar pero tampoco se han interesado en preguntarles sus motivos, aunque algunas causas puedan ser predecibles.
Por años, los gobernantes juarenses y los grupos económicos detrás de ellos han subestimado el beisbol, a sus jugadores y a sus aficionados.
Un ejemplo es el Estadio Corona, de Pedro Zaragoza, patrocinador de campañas priistas y panistas, un inmueble con gradas similares a las de los circos y que amenazaba con caerse sobre la nube de polvo que siempre había. El grupo empresarial tenía los derechos de venta de cerveza en los partidos de los Indios pero no tuvo interés en construir un estadio de beisbol digno del equipo y la ciudad.
El desdén de algunos políticos y gobernantes por el beisbol ilustra su desinterés por crear infraestructura para el resto de las disciplinas deportivas en la ciudad, aún en aquellas que han dado grandes estrellas, como el basquetbol, el voleibol, el taekwondo y el atletismo, que también son algunos de los deportes más practicados en los centros educativos de todos los niveles.
Todas esas disciplinas han contribuido a reforzar un sentido de identidad y arraigo en la frontera, de pertenencia y de pasado histórico común.
Este fin de semana los Indios de Ciudad Juárez terminaron en primer lugar del rol regular del Campeonato Estatal de Beisbol, el evento deportivo más importante del estado y uno de los más reconocidos del país en el género. La tribu es uno de los equipos fundadores del torneo, que data de 1936.
Los aficionados juarenses quieren el campeonato. Desde la temporada pasada, cuando Indios llegó a la final contra Mineros de Parral, se observó una efervescencia como nunca en la primera década del siglo. Ahora Ciudad Juárez tiene el estadio más grande y nuevo del estado y muchos aficionados esperan la llegada de un equipo de beisbol profesional, que bien podría servir para potenciar el desarrollo económico de la zona centro y servir de atractivo turístico.
Pero no todos los políticos y los intereses económicos detrás de ellos no están observando esa dinámica. En el único remedo de debate entre candidatos a la presidencia municipal, María Antonieta Pérez ofreció impulsar el regreso del futbol profesional de Primera División a Ciudad Juárez.
Quién sabe si esa propuesta le haya generado votos entre los aficionados al futbol, porque se observa falsa y denota una demagogia electorera. Aunque debió ser un balde de agua fría para los aficionados al beisbol y para quienes esperan mayor infraestructura deportiva en la ciudad, no que se inviertan recursos públicos en un equipo de futbol de Primera División.
En las redes sociales se presumió que la candidata acudió a un partido de beisbol de los Indios, pero que se salió cuando apenas había empezado porque tenía que ir a una entrevista por televisión.
A María Antonieta le asiste el derecho de ponerse la camiseta de un equipo de futbol de Primera División que no existe, pero es una mala noticia para el beisbol que solo asista al Estadio Juárez Vive a tomarse la foto en campaña. El apoyo al deporte se demuestra, no se presume.
El próximo fin de semana veremos el apoyo a los Indios de Juárez en la segunda fase del Campeonato Estatal de Beisbol. Y veremos si los electores deciden volver a las urnas.
