Los pozos de producción de una planta geotérmica amenazada por la erupción del volcán Kilauea fueron anulados para evitar la filtración de gases tóxicos, dijeron las autoridades hawaianas.
La lava procedente de una nueva grieta volcánica entró, y se detuvo después, en una propiedad de 329.8 hectáreas donde los pozos de Puna Geothermal Venture ocupan alrededor de 16 hectáreas. Los residentes estaban preocupados por el peligro que podría suponer que el magma fluyese por las instalaciones de la planta, o por si el calor generado afectaba a los productos químicos empleados en el proceso de obtención de energía.
Diez pozos fueron “saciados” o enfriados con agua fría, y uno más quedó tapado con lodo. Como medida de seguridad adicional se añadió una capa metálica sobre ellos.
La planta Puna Geothermal, propiedad de la empresa Ormat Technologies, con sede en Nevada, cerró poco después de la erupción del volcán el pasado 3 de mayo. La estación geotérmica aprovecha el calor y el vapor que emana de las capas internas de la tierra para mover turbinas que generan electricidad.
En el proceso se emplea un gas inflamable llamado pentano, del que las autoridades retiraron 190 mil litros de la planta para reducir la posibilidad de explosiones.
Fuente: AP