El estado ha registrado 31 sismos que oscilan entre los 3.1 y los 4.3 grados Richter y de acuerdo con una estudio de la UANL los movimientos sísmicos están relacionados con el sistema extractivo mediante trituración hidráulica
La Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) presentó un estudio que relaciona el incremento de la actividad sísmica con la controversial técnica extractiva del “fracking”, en el estado de Nuevo León.
El análisis efectuado por la Facultad de Ingeniería Civil acerca de la sismicidad del estado, determinó que la profundidad del foco de los movimientos telúricos coincide con la profundidad de los pozos perforados en la Cuenca de Burgos.
El “fracking” es el método de extracción de gas a altas profundidades, que se basa en la fractura de rocas para permitir la salida del hidrocarburo, un sistema que ha sido criticado a nivel internacional porque no solo representa un riesgo por su capacidad de provocar temblores, además amenaza los mantos acuíferos por el empleo de inyección a presión de agua tratada con químicos.
Juan Manuel Rodríguez Martínez, jefe del Departamento de Geohidrología y Geofísica de la Facultad de Ingeniería Civil señaló que la preiodicidad con que se presentan los sismos responde a una actividad humana.
La Cuenca de Burgos que comprende el noroeste de Nuevo León, está considerada como la reserva de gas natural más grande de México que no se asocia de manera directa al petróleo y cuya explotación se verá incrementada mediante los nuevos contratos que plantea la Reforma Energética.
Las empresas contratistas de Petróleos Mexicanos (Pemex) en la región son Repsol, Tecpetrol, Petrobras y Lewis Energy, quienes disponen de 7 mil pozos perforados, que se incrementarán, según las panificaciones de Pemex, hasta 17 mil para el año 2022, con profundidades mayores a los 4.5 kilómetros.
Las estadísticas del Servicio Sismológico Nacional (SSN) muestran un aumento en la intensidad como en la frecuencia de sismos en Nuevo León, entidad que registró sólo este año 31 movimientos telúricos de entre 3.1 y 4.3 grados en la escala de Richter.
Habrá más explotación
Actualmente, el fracking ya se opera en los municipios de Los Ramones, Lampazos y Anáhuac con la finalidad de cuantificar el gas shale disponible a futuro.
De acuerdo con el experto, “ese es otro de los efectos del fracking, precisamente, ya existen trabajos publicados en la Unión Americana sobre este sistema de fracturamiento hidráulico que han generado sismos como el que se reportó en Oklahoma en el 2011, el 6 de noviembre del 2011, donde la Universidad de Oklahoma, la Universidad de Colombus”, dijo a Info7.
Además, con las previsiones de perforación a raíz con la Reforma Energética se podría concluir que el problema apenas inicia, pues para la franja de la Cuenca de Burgos que corresponde a Nuevo León se tienen contemplados perforar hasta 17 mil pozos.
Gobernador dice que ya investiga
El análisis efectuado por la Facultad de Ingeniería Civil acerca de la sismicidad del estado, determinó que la profundidad del foco de los movimientos telúricos coincide con la profundidad de los pozos perforados en la Cuenca de Burgos.
En respuesta, el Gobernador Rodrigo Medina de la Cruz dijo que actualmente Pemex y la Universidad Autónoma de Nuevo León realizan estudios en la zona de la Cuenca de Burgos, donde ya se realizan trabajos para la extracción de hidrocarburos a través de esa técnica.
Aunque reconoció que esa práctica provoca presiones en el subsuelo, dijo que no tomará decisiones hasta tener los resultados de los estudios:
“Todo lo que se trabaje en el subsuelo con alta presión como lo es para poder extraer el gas shale, o el gas de lutitas, o el fracking, provoca presión en el subsuelo y eso también habría que observar si es lo que provoca o pudiese provocar estos movimientos sísmicos”, expuso el mandatario a la prensa local.
Fuente: SDP Noticias y Sin Embargo