Emir Garduño Montalvo, conocido como #LordRollsRoyce, fue vinculado a proceso por el delito de operaciones realizadas con recursos de procedencia ilícita, tras considerarse que no acreditó adecuadamente el origen legal de sus bienes.
El juez de control del distrito penal de Toluca, radicado en Almoloya de Juárez, determinó insuficientes los aproximadamente cincuenta datos de prueba aportados por la defensa y fijó dos meses de plazo para esclarecer la situación jurídica del imputado, quien continuará bajo prisión preventiva en el penal de Chiconautla.
El origen
Con el objetivo de confirmar el origen lícito de los recursos, en la etapa de control la defensa presentó como datos de prueba 17 facturas certificadas como vigentes por el Sistema de Administración Tributaria (SAT) por un monto global de 68 millones 904 mil 395 pesos.
Todas las facturas fueron expedidas entre el 30 de junio de 2014 y el 10 de julio de 2015 –en tan sólo un año– en favor de la empresa Grupo Farsay S.A. de C.V., donde Garduño Montalvo es propietario de 50 por ciento de las acciones.
Los documentos fueron expedidos por SARO Infraestructura S.A. de C.V. en la mayoría de los casos –constructora que lo subcontrató por un monto global de 66 millones 304 mil 395–, para la construcción de diversas obras en Michoacán –entre ellas el Libramiento Norte de Morelia–, obra de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) del Gobierno Federal.
También existen facturas emitidas por Constructora Gusa S.A. de C.V., SIPSA S.A. de C.V., y Corporación Industrial Manglar S.A. de C.V.
Al comparecer como testigo el pasado miércoles, Eugenio Bolaños Cacho, socio de Emir Garduño, aseguró que con Grupo Farsay S.A. de C.V. ganaron varias licitaciones para ejecutar obra pública en el Estado de México y Michoacán.
En ésta última entidad, SARO –quien subcontrató a Farsay– fue acusada de incumplir el pago a proveedores en la edificación de cuatro puentes vehiculares que formaron parte del Plan Michoacán para el que el gobierno federal destinó mil millones de pesos en carreteras.
Deslinde
La empresa de Emir Garduño surgió bajo el nombre de Farsay Producciones en 2006, como organizadora de eventos artísticos. No obstante, hasta 2014 se constituyó jurídicamente y se dio de alta ante la Secretaría de Hacienda como Grupo Farsay, dedicada ahora a la gestoría y supervisión de obra civil.
Como Farsay Producciones, Garduño Montalvo presentó al juez fotografías –una de ellas al lado del gobernador Eruviel Ávila– y oficios que, desde su punto de vista, prueban que prestó diversos servicios para el Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
El 3 de julio de 2006, cuando el presidente Enrique Peña fungía como gobernador, dotó al tricolor de 114 mil 628 refrigerios para sus representantes ante las mesas de casilla.
El imputado aseguró que organizó para el mandatario diversos partidos de hockey, en coordinación con Erwin Lino, su secretario particular.
También exhibió ante el juez imágenes de peleas de box organizadas por Farsay en 2009 y 2011; la última, afirmó, en apoyo al entonces candidato a la gubernatura por el tricolor, Eruviel Ávila, realizada en el Club Britania de Metepec, y con la que el ahora gobernador a su decir quedó “muy satisfecho”.
En respuesta, a través de un comunicado la dirigencia estatal del PRI rechazó cualquier vínculo con #LordRollsRoyce.
“Este partido no tiene registro de contratos que muestren que exista o haya existido alguna relación comercial con la empresa Farsay o con el señor Garduño Montalvo”, afirmó en el documento.
El PRI, como todos los partidos, aseguró, “tiene proveedores que, como lo señala la ley en materia electoral, deben estar registrados ante el Padrón de Proveedores del INE para poder brindar sus servicios, sin que esto signifique o avale una relación más allá de la comercial”.
“La empresa Farsay no está registrada como proveedora de algún bien o servicio del CDE del PRI Estado de México”, insistió.
Cuadrar
Durante la audiencia que culminó la madrugada de este sábado con el fallo del juez, la Fiscalía recordó que en diversas audiencias celebradas con motivo de los procesos que se siguen en su contra, Garduño Montalvo manifestó que sus percepciones mensuales como empresario ascienden a 60 mil pesos.
Esta cantidad, consideró, resulta ínfima para costear su oneroso modo de vida.
Tan sólo en el pago de sus seis escoltas, quienes dijeron percibir ocho mil pesos mensuales, eroga 48 mil pesos.
Uno de sus hijos estudia en el Colegio Miraflores, por el que entre 2013 y 2015 pagó inscripción de 28 mil pesos y mensualidades de 10 mil 495. El otro está en el Tecnológico de Monterrey. Al pago de colegiaturas deben sumarse uniformes, útiles, libros y gastos personales.
El empresario también costea la membresía familiar 1819 en el Club SportWorld de Metepec, que le representó 7 mil 999 pesos de inscripción en febrero de 2016 y por la que paga 5 mil 944 pesos mensuales.
Además cubre cuentas por hasta 16 mil pesos en restaurantes y debe estar pendiente del mantenimiento de “residencias y unidades de lujo de alta gama”.
Del 28 de diciembre de 2014 al 15 de mayo de 2015, refirió la parte acusadora, Emir Garduño solicitó algunos préstamos a Nacional Monte de Piedad y Monte Providencia de Metepec, ante quienes dejó en prenda 10 vehículos de lujo, una decena de joyas costosas –un anillo de brillantes, por ejemplo- y 11 relojes finos –entre ellos, rolex- cuyos avalúos, en conjunto, suman 5 millones 326 mil 594 pesos.
Los 12 contratos, indicó la PGJEM, fueron expedidos a nombre de Álvaro Emir Garduño Montalvo, quien además aseguró ser el legítimo propietario, si bien en algunas ocasiones realizó el trámite su socio Eugenio Bolaños, su hermano Arnold Iván o Adolfo Galicia Camacho, su escolta de mayor confianza.
El miércoles pasado, al comparecer como testigo, María Montalvo, madre de Emir, justificó que las joyas imputadas fueron adquiridas con sus propios recursos a lo largo de 30 años y se las obsequió a su familia, mientras los relojes de lujo de sus hijos son herencia de su difunto marido.
Adicionalmente, expuso la Fiscalía, en sus declaraciones judiciales los escoltas han reconocido que el empresario tiene varios vehículos de lujo: un Rolls Royce 2016 color gris y sin placas, un Ferrari Italia rojo, un Ferrari Spider convertible rojo, un Porsche 911 blanco, un Porsche Caimán rojo, un Mini Cooper, dos Charger negro, dos motocicletas BMW 2015 –los últimos 4, asignados a sus guarras–, y una Suburban, reciente adquisición por un monto de casi 700 mil pesos.
La Fiscalía también imputó a Garduño Montalvo la propiedad de un terreno en Baja California y 6 en Querétaro, pero la defensa aseguró que fueron adquiridos en 2006 –año que queda fuera de la investigación- y han sido vendidos, por lo que en la actualidad no se les puede considerar como su patrimonio.
La parte acusadora advirtió que los ingresos reportados deben dividirse entre la obra y las utilidades, y éstas últimas repartirse entre los accionistas.
Adicionalmente, señaló, no existen registros del RFC de Álvaro Emir Garduño Montalvo ante el SAT; y su empresa Grupo Farsay se dio de alta hasta el 09 de abril de 2014, de tal manera que Farsay Producciones con la que laboró desde 2006 y hasta la constitución fiscal referida fue una “empresa fantasma” que no enteró impuestos.
En contraste, la defensa arguyó que es facultad exclusiva de las autoridades fiscales investigar el estatus de la empresa, previo a 2014, pues además las operaciones con recursos de procedencia ilícita que se imputan a su cliente ocurrieron entre el 28 de diciembre de 2014 y el 30 de enero de 2016, y si bien Emir Garduño no se encuentra dado de alta como persona física, sí lo está como persona moral.
También advirtió que los contratos de empeño no son medios idóneos para determinar ingresos de procedencia ilícita, tampoco las denuncias por fraude promovidas tras su detención pues no han sido judicializadas y son de carácter mercantil, no penal.
Además acusó que la detención y proceso de su cliente es producto de la “animadversión”, lo que quedó de manifiesto en la prontitud con que actuaron las autoridades, al catear su domicilio antes de los 10 días y girar orden de aprehensión a los 10, tras el evento vial del 9 de mayo en el que fue acusado de agredir a un policía federal.
Ninguno de los 99 datos de prueba promovidos por la Fiscalía, consideró, confirma que los bienes de su cliente provienen de alguna actividad ilícita como el narcotráfico, la trata de personas o la delincuencia organizada.
“Parece que seguimos en el viejo sistema inquisitivo, en el que se procesa sólo con una denuncia y dos testigos”, indicó, como si Emir tuviera la culpa del “ingreso desproporcionado que existe para obra pública”.
En tanto, Garduño Montalvo acusó acoso, fraude procesal, alteración de la carpeta, invento de oficios, infamias y engaños del Ministerio Público (MP), a quien adelantó que denunciará por estas presuntas irregularidades.
Fuente: Proceso