Vienen los casinos estilo Las Vegas

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La nueva Ley Federal de Juegos y Sorteos –que en los próximos días será presentada en la Cámara de Diputados– permite abrir casinos en las zonas hoteleras de México y en los mismos establecimientos de hospedaje a fin de competir con los hoteles-casino de Las Vegas, los cuales fueron tomados como modelo a seguir. Además, la nueva legislación suprime la actual Dirección General de Juegos y Sorteos, de la Secretaría de Gobernación, para crear en su lugar un órgano desconcentrado del Gobierno federal en el que participarán los propietarios de casinos. Las funciones de la nueva entidad serán otorgar permisos y supervisar las casas de juego.
Por Rodrigo Vera. Proceso
Los críticos de esta reforma aseveran que la ley está hecha a la medida de los empresarios del ramo, sobre todo de Grupo Caliente y Televisa, que se convertirán en “juez y parte” a la hora de otorgar permisos. Además, promoverán una “salvaje proliferación” de casinos en todo el país sin que el Estado pueda intervenir.

El perredista Fernando Zárate Salgado, presidente de la Comisión de Juegos y Sorteos de la Cámara de Diputados y uno de los principales impulsores de la legislación, adelanta entusiasmado:  “Nos guste o no nos guste, el juego y los sorteos son una realidad histórica y cultural del pueblo mexicano. No la podemos negar. De manera que la nueva Ley Federal de Juegos y Sorteos protegerá estos derechos y libertades de los mexicanos.”

Zárate comienza por explicar en qué consiste la nueva figura de Centros Económicos de Desarrollo de Juegos y Sorteos, contemplada en la ley: “Estos centros estarán situados generalmente en zonas turísticas para que ahí funcionen casinos en los hoteles, como sucede en Las Vegas, Nevada. Y deberán tener fácil acceso, aeropuerto, buen equipamiento urbano y cumplir con ciertas medidas de seguridad, entre otros requisitos.

“Los centros podrán desarrollarse, por ejemplo, en Cancún, Puerto Peñasco, Puerto Progreso o en algunos puntos turísticos de la península de Baja California que tengan mucha bondad de océano. Ya después se determinará en qué lugares específicos y en cuántas hectáreas podrán funcionar esos hoteles con casino. La nueva ley sólo establece los principios y protege el derecho al juego que tienen los mexicanos”.

–¿La intención es competir entonces con Las Vegas, a donde van a jugar muchos mexicanos? ¿Se quiere retener ese dinero en México? –se le pregunta.

–Sí. La nueva ley tiene un fundamento económico, turístico y de explotación de ciertos recursos mexicanos que hoy no sabemos utilizar. Y claro, nuestros empresarios también podrán obtener sus ganancias, pues no estamos peleados con el mercado.

“Es más, esos empresarios tendrán incentivos fiscales. Si van a invertir millones de dólares en abrir hoteles, pues es lógico que se les exima de pagar ciertos impuestos porque están creando empleos y activando el desarrollo económico.”

–¿En esos hoteles con casino estará permitido todo tipo de juego?

–Sí, de inicio no hay limitaciones. Aunque el tipo de juegos ya lo determinará el permiso particular otorgado a cada casino. Eso sí, hay una limitante: no podrá haber centros de apuestas en zonas arqueológicas o consideradas como patrimonio histórico, pues lo que se quiere es un juego ordenado y quitar la mala imagen que se tiene de los casinos.

Voz y poder

El legislador Zárate Salgado detalla que la Dirección General de Juegos y Sorteos, de Gobernación será sustituida por un “instituto” que tendrá un “consejo consultivo” integrado por casineros, gobierno, organizaciones sociales e instituciones académicas:

“Las facultades de este instituto serán otorgar permisos y supervisar las casas de juego. Además deberá definir toda la política pública en cuestión de juegos y sorteos, incluyendo hipódromos, galgódromos, peleas de gallos, apuestas en las ferias. Todo. El instituto tendrá un consejo consultivo multidisciplinario, ya que estará compuesto por representantes de algunas secretarías de Estado, como Gobernación, Turismo, Salud y Educación Pública; representantes de la Asociación de Permisionarios y Proveedores de Juegos y Sorteos, y también de algunas instituciones académicas y de organizaciones de la sociedad civil”, explica el perredista.

–¿Por qué se decidió incluir a los empresarios del juego? –se le inquiere.

–Por una razón muy sencilla: son ellos quienes saben sobre la operatividad de las máquinas de juego, las fórmulas incorporadas a estas máquinas, juegos de naipes en vivo, crianza de caballos de carrera, galgos, gallos de pelea, y todas esas cosas. Hay que escuchar todas las voces.

–¿Pero no existe el riesgo de que sean los mismos empresarios quienes dicten las políticas públicas y manejen el otorgamiento de permisos?

–¡No! Porque el director del instituto será quien tome las decisiones finales, mientras que su consejo consultivo, en el que estarán los hombres de negocios, sólo le hará propuestas y le dará asesoría. Servirá de contrapeso al director. El objetivo es que haya un equilibrio.

–¿Por qué se suprimió la Dirección de Juegos y Sorteos?

–Básicamente porque estaba entregando de manera discrecional los permisos de juego. Los secretarios y subsecretarios de Gobernación, de gobiernos anteriores, estaban dando permisos a los empresarios del juego a cambio de favores. Y en varios casos los casineros ya estaban financiando actividades políticas y metidos en el lavado de dinero, narcomenudeo y trata de personas.

“La Comisión de Juegos y Sorteos de la Cámara de Diputados, que yo presido, surgió precisamente para investigar esos actos de corrupción de los políticos y funcionarios públicos. Ahí están los casos de Santiago Creel, Abraham González, Roberto Gil y César Nava. Llegamos a la conclusión de poner borrón y cuenta nueva –que no significa impunidad y dejar de investigar–. Y así surgió la ley.”

Para evitar corruptelas como las mencionadas, la nueva ley, dice Zárate Salgado, tiene normas muy estrictas en cuanto a transparencia y certificación: “Para empezar, ahora solamente se otorgará un permiso por establecimiento. De manera que se acabaron los llamados ‘permisos paraguas’, que consistían en otorgar un permiso que abarcaba hasta 70 establecimientos.

“Y en cada permiso se establecerá quiénes son los dueños del casino, qué juegos manejan, cómo se reparten las ganancias y qué empleados tienen, entre otros puntos. Toda esta información se hará pública en una página electrónica del instituto. Y todo trabajador de la industria del juego debe estar plenamente certificado.”

Zárate Salgado indica que habrá “un ejército de inspectores” para verificar el funcionamiento de los casinos, cuyos clientes “deben ser mayores de 21 años”. No explica por qué los 18 años no son una edad adecuada.

–Aparte de la edad, ¿no habrá medidas para evitar que algunos clientes vayan a lavar dinero?

–No, estos controles no se mencionan en la ley porque son aspectos financieros que le corresponden a la Secretaría de Hacienda, aunque entendemos que formarán parte de una reforma al Código Fiscal.

“El futuro del juego no está en los casinos, sino online. Son manejados por empresas asentadas en otros países que suelen esquilmar a los jugadores. Ahora deberán estar registradas en México y cumplir con nuestra normatividad”, apunta el legislador.

La nueva ley –que sustituirá a la vigente, expedida en 1947– “no tiene paternidad exclusiva. Es producto de distintas iniciativas previas del Legislativo y del Ejecutivo. Ya está  negociada”, comenta Zárate.

–¿Cuándo se presentará en la Cámara de Diputados? –se le pregunta.

–Este septiembre. Es una ley con 230 artículos. Y se aprobará por unanimidad, ya tiene el aval del PRD, PRI, PAN, PT, MC, PVEM y Panal.

Los problemas

Para Daniel Olivares Villagómez, representante de la organización social Di No a los Casinos, la nueva legislación se elaboró para beneficiar a las empresas del juego ligadas al PRI, como Play City, propiedad de Televisa; Grupo Caliente, de la familia Hank Rhon, y Corporación Interamericana de Entretenimiento (CIE).

–¿De qué manera esos consorcios obtendrán más beneficios? –se le inquiere.

–Serán los principales beneficiados con la instalación de casinos en los hoteles, siguiendo el modelo de Las Vegas, donde siempre han operado las mafias y la delincuencia organizada. Sólo que los mafiosos de Las Vegas operan en un territorio muy acotado por el gobierno estadunidense. En cambio, la nueva ley mexicana permitirá instalar complejos hoteleros con casinos en gran parte del territorio nacional. Por todos lados se vendrá una proliferación salvaje y sin ningún control.

Experto en planeación y desarrollo turístico, ex catedrático y ex agregado turístico en la embajada de México en Praga, Olivares Villagómez lleva años oponiéndose a la instalación de casinos en México a través de la organización Di No a los Casinos. Mediante conferencias en diversos foros, entre ellos la Cámara de Diputados, ha intentado convencer a los legisladores de que no aprueben esa normatividad.

Olivares vaticina: “La nueva legislación provocará que se extienda todavía más el virus de la ludopatía, causando mayores estragos en nuestra sociedad para provecho de unos cuantos”.

–Sin embargo, los legisladores argumentan que la sociedad tiene derecho al juego…

–Sí. Alegan que si no se les da mayor libertad a los empresarios del juego, de todos modos la gente seguirá jugando de manera clandestina. ¡Caray! entonces que legalicen la pornografía infantil, pues también se da clandestinamente.

Fuente: Proceso

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