La investigación sobre la presunta masacre de los 43 normalistas estuvo repleta de vicios, errores y omisiones que obligarían a revisar por completo todo el caso, aseguraron abogados a la agencia de noticias Reuters.
Los litigantes destacaron que la pérdida de evidencias, falta de peritajes, pruebas científicas que no sustentaron la hipótesis de que los estudiantes fueron quemados y presuntas confesiones forzadas, son parte del cúmulo de deficiencias en las que incurrió la Procuraduría General de la República (PGR).
“Se descansa mucho en las declaraciones, eso es un problema”, dijo a la agencia un abogado independiente con conocimiento de la investigación, que prefirió el anonimato. “Si se te caen las declaraciones, se te puede caer el caso”.
El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) entregará el resultado final de su investigación sobre los hechos de Iguala/Ayotzinapa, contenido en un expediente de casi medio millar de hojas, este domingo al Estado mexicano en una ceremonia que se realiza en el auditorio “Digna Ochoa” de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal ante representantes del cuerpo diplomático y prensa
Fuentes revelaron a la agencia que las pesquisas no siguieron el protocolo básico de una investigación criminal.
Por ejemplo, refiere, “no se analizaron comunicaciones telefónicas de estudiantes, familiares, activistas, policías y maestros luego de que los jóvenes fueran baleados por efectivos municipales en complicidad con sicarios, y antes de que desaparecieran la noche del 26 de septiembre en la ciudad de Iguala”.
Por si fuera poco, dice Reuters, “ropa de los estudiantes quedó olvidada en dos fiscalías distintas, se esfumaron videos de cámaras de seguridad que podría haber dado pistas de cómo desaparecieron, y hasta hace poco no habían sido revisadas las de la terminal de autobuses donde comenzaron las discusiones con policías”.
Reportes incluidos en el gigantesco expediente del caso, a los que Reuters tuvo acceso a través de los abogados, muestran que la policía municipal de Iguala, la Policía Federal y el Ejército conocían los movimientos del centenar de jóvenes que partieron de Ayotzinapa.
La agencia de noticias señala que la PGR no respondió a una solicitud de entrevista para conocer los avances de la investigación ni tampoco a una lista de preguntas en torno a las fallas del caso.
Fuente: Sin Embargo/ Reuters/ La Jornada