Decenas de familiares y víctimas de violaciones a derechos humanos presentaron sus testimonios ante miembros de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), de visita en México para documentar la crisis en la materia en el país.
Después de reunirse con funcionarios federales en el Distrito Federal y antes de acudir a los estados de Guerrero, Tabasco, Nuevo León, Coahuila y Veracruz, los comisionados tuvieron un encuentro con defensores de derechos humanos y víctimas y sus familiares, quienes expusieron la crisis de derechos humanos en México.
En reunión a puerta cerrada, los comisionados Rose-Marie Belle Antoine, James Cavallaro, Felipe González, Tracy Robinson y Rosa María Ortiz escucharon testimonios de personas que han sido desplazadas por la violencia como Veracruz, Sinaloa, Oaxaca y Tamaulipas, así como de familiares de desaparecidos en Nuevo León, Guerrero, Tamaulipas, Puebla, Colima, entre otras entidades.
De las nueve mesas temáticas que se instalaron para analizar la situación de derechos humanos con la sociedad civil, la de los desaparecidos fue la más concurrida. Se habían inscrito 65 personas para rendir testimonio, pero en la audiencia se presentaron más víctimas que expresaron su deseo de dar a conocer sus casos.
“No hay palabras para expresar el tamaño de la tragedia, de la injusticia que están viviendo tantas personas”, dijo en entrevista Stephanie Brewer, responsable del área internacional del Centro de Derechos Humanos Agustín Pro Juárez.
Tras participar en las mesas temáticas organizadas por la CIDH, Brewer destacó el valor de varias de las víctimas y sobrevivientes de graves abusos cometidos en México, porque un “factor recurrente de las personas que denuncian las violaciones e injusticias, es que también mencionan que tienen amenazas de muerte”.
En la primera sesión de trabajo intenso que llevaron a cabo los relatores en su visita de trabajo, la defensora dijo que además de los testimonios se “llevan muchos insumos escritos y focos rojos”, así como “una gama muy amplia de violaciones a derechos humanos”.
Los encuentros con víctimas, agregó, permitió a los comisionados “identificar también patrones muy claros en casi todos los casos, no sólo de la violación original sino la falta de investigación, el incumplimiento y la falta de atención a víctimas”.
Por la información recabada en los testimonios y aquella que han ido obteniendo en los últimos meses por comunicaciones de organizaciones, los enviados de la CIDH “pueden identificar que los factores que fomentan, que tienen en común la impunidad, el encubrimiento, la colusión, que más allá de la falta de capacidad o de estructuras, es una falta de voluntad”.
La asistencia masiva de víctimas y sus familiares a la audiencia con los enviados de la CIDH reflejan un sentir generalizado de que el camino de la justicia está fuera de México, apuntó Brewer.
“La historia que cuentan una y otra vez los sobrevivientes y los familiares de las víctimas, es que han ido a tocar todas las puertas del Estado, señaló la defensora, y encontraron que todas las puertas estaban cerradas por negligencia, colusión, complicidad y están viendo que justo la CIDH puede jugar un papel muy importante en su búsqueda de justicia”.
La abogada del Centro Prodh confió en que el informe final de la CIDH, que presentará en la Asamblea de la OEA a principios del próximo año, refleje “lo que consideramos que la crisis humanitaria, que está bien masticada, bien identificada por órganos internacionales y que la CIDH venga a examinar la grave situación es otra muestra de ello”.
Fuente: Apro