Si los obispos mexicanos fueran menos timoratos ante los gobernantes, estarían mejor organizados para hacer frente a la violencia que azota al país, dijo el obispo de la Diócesis de Saltillo, Raúl Vera López.
Citó el caso de los obispos colombianos que se organizaron a pesar de que la violencia en ese país era muy cruda, pero “nosotros no lo hemos hecho”, reprochó.
Consideró que desde que no se arreglaron las cosas en la época de los cristeros, cuando los obispos debieron callar, eso continuó.
Indicó que incluso en 2005 el Papa Benedicto XVI cuestionó el papel de los prelados mexicanos ante la inseguridad.
En una entrevista tras su participación en la conferencia de prensa donde se anunciaron las audiencias del Tribunal Permanente de los Pueblos, Vera López señaló que en la reunión que sostendrán en mayo del próximo año con el Papa Francisco la situación será peor porque el clima de inseguridad ha recrudecido.
Añadió que la Iglesia debe preguntarse “dónde hemos estado que tenemos tanta corrupción, debemos preguntarnos cómo hemos evangelizado, y hemos estado encerrados en los templos sin salir a ver la realidad desde hace un rato y cómo se iba descomponiendo”.
Consideró que “nos hemos quedado en un estrato de población ya convertida, y hemos dejado a la gente que necesitaba atención”.
El prelado dijo que el caso de Michoacán ha atraído interés porque los obispos de ese estado empezaron a hablar juntos.
Fuente: Apro
