Con el objetivo de garantizar una Rusia libre de productos trangénicos, emite una nueva regulación sobre la ingeniería transgénica tanto en plantas como en animales
Por Graciela Vizcay Gómez
La Comisión Gubernamental de Actividades Legislativas del Gobierno ruso aprobó un proyecto de ley presentado por el Ministerio de Ciencia y Educación para mejorar la regulación en Rusia de la ingeniería genética. El proyecto fue desarrollado a petición del presidente de Rusia, Vladimir Putin, después de una reciente reunión del Consejo de Seguridad, modifica la Ley Federal: “Sobre la regulación estatal en el campo de la ingeniería genética”, “En la semilla” y “Sobre la Protección del Medio Ambiente”, para mejorar la regulación estatal en el ámbito de las actividades de ingeniería genética con el fin de minimizar los riesgos para los seres humanos y el medio ambiente.
-Impone una prohibición sobre el cultivo y la cría de plantas y animales genéticamente modificados en Rusia, a excepción de lo que se utiliza para la investigación científica.
-Fortalece la Ley Federal vigente en la regulación del campo de la ingeniería genética “para minimizar los riesgos para los seres humanos y el medio ambiente”.
-Tendrá un control más estricto sobre los importadores de productos que contengan OGM incluso obligándolos a registrar estos productos.
-Le da al gobierno el derecho de prohibir la importación de productos que contengan OGM sobre la base de los resultados del seguimiento y la investigación científica.
-Establece sanciones administrativas para el uso de organismos modificados genéticamente en casos de violación de las variedades y condiciones de uso permitidas.
En Rusia hay 18 productos OGM que están autorizados oficialmente para ser importados en este momento. Un número inferior al de otros países, ya que el gobierno ruso y la industria se ha opuesto firmemente a los transgénicos y ha mantenido la prohibición de esos cultivos.
El presidente Vladimir Putin, firmó recientemente la Ley Federal “Sobre las enmiendas al Código de Infracciones Administrativas”, aprobada por la Duma del Estado el 19 de diciembre de 2014 y a su vez aprobada por el Consejo de la Federación 25 de diciembre 2014.
Dicha ley tiene como fin establecer la responsabilidad civil por incumplimiento de los requisitos obligatorios de etiquetado de los productos alimenticios que contengan organismos modificados genéticamente. Se realizaron cambios en el artículo 14.43, realizó cambios en las normas de procedimiento de los artículos 23.1, 23.36 y 28.3. que incluye un nuevo artículo que se establece la responsabilidad por la violación de los requisitos obligatorios de etiquetado de los productos alimenticios que contienen transgénicos. El año pasado Putín manifestó que “Rusia debe proteger a sus ciudadanos del consumo de productos que contienen organismos modificados genéticamente”. El primer ministro Dmitry Medvedev siguiendo esta posición, dijo en una declaración que “Rusia no tiene intención de importar OGM en el futuro”.
Por su parte el Ministro de Agricultura, Nikolai Fyodorov, expresó que “Rusia debe seguir siendo un país libre de transgénicos”. En una reunión de diputados que representan zonas rurales organizadas por Rusia Unida, agregó que el gobierno no va a “envenenar a sus ciudadanos”.
En mayo de 2014 un artículo publicado en Foodmarkets.ru calificó de “Terrorismo Genético” desarrollando de forma íntegra el proyecto presentado en Diputados por el Vicepresidente Primero del Comité Agrícola Kirill Cherkasov, junto con un grupo de diputados del Partido Liberal Demócrata, que de ser aprobado equipararía a la propagación de cultivos de origen transgénicos a un ataque terrorista. Este proyecto de ley es una alternativa a la propuesta del Gobierno sobre el mismo tema, aunque los diputados consideran que el proyecto del ejecutivo es “demasiado suave”.
El proyecto propone modificar el artículo 205 del Código Penal, como “acto terrorista”. Por lo tanto, supone que la propagación de organismos modificados genéticamente, creando el peligro de perder la vida, se puede equiparar con el terrorismo.
También establece la responsabilidad administrativa por “encubrimiento, falsificación intencional o por omisión al no reportar información sobre la contaminación de la naturaleza y el medio ambiente a causa de los OGM.” La idea incluía la participación de una campaña contra los transgénicos para finales de marzo del 2014, apoyada por el presidente Vladimir Putin. En efecto, el 27 de marzo en una reunión con senadores, Putín manifestó que “Rusia debe proteger a sus ciudadanos de la utilización de los alimentos derivados de organismos genéticamente modificados”, “Necesitamos construir adecuadamente nuestro trabajo de manera que sea consistente con nuestras obligaciones contraídas con la OMC. Tenemos métodos y herramientas legales para proteger nuestro propio mercado y los ciudadanos en primer lugar” aseveró.
Otro medio alemán Ithaka-journal.net, publicó en 2012 un estudio realizado en 2011 en ese país, que fué citado en mis notas años atrás, donde se encontró una concentración significativa de glifosato, en muestras de orina de los ciudadanos. Las muestras dieron como resultado que la concentración de glifosato superaba el límite máximo permisible establecido para el agua potable. Dicho estudio tenía como objetivo determinar el rango de las personas que están en contacto directo con alimentos contaminados por compuestos del herbicida y el riesgo de intoxicación.
La población investigada fué la de la ciudad de Berlín, analizando la orina de trabajadores, periodistas y abogados que no habían tenido contacto directo con el glifosato. La investigación demostró que el glifosato estaba presente en todas las muestras de orina de 0,5 a 2 nanogramos por mililitro de orina glifosato (cuando la norma para agua potable es – 0,1 ng / ml). Ninguno de los sujetos tenía ninguna relación con la agricultura. Probablemente el glifosato apareció en los seres humanos durante la última década debido a su excesiva presencia en alimentos como carne y productos lácteos, frutas y verduras o productos de granos.
Pero fué en el año 2014 que los científicos rusos se involucraron aún más. La Asociación Nacional para la Seguridad Genética, tomó la iniciativa además de coordinar del experimento “Factor OGM” el estudio internacional más grande del mundo en la seguridad de los OGM y pesticidas, que será lanzado en el 2015, según el sitio web del proyecto.
“Factor OGM” examinará los impactos en la salud de los cultivos modificados genéticamente, que forman parte de la cadena alimentaris de animales de granja y humanos. Los científicos esperan que su investigación proporcione una respuesta definitiva a la pregunta de si los OGM y pesticidas relacionados son seguros o no para la salud humana.
La parte preparatoria del estudio “Factor OGM” fue lanzado en el verano de 2013. La parte experimental se pondrá en marcha en 2015 y tendrá una duración de dos a tres años. Los resultados intermedios del estudio se publicarán periódicamente. El estudio se llevará a cabo en un maíz transgénico resistente a herbicidas con los niveles reales del herbicida glifosato.
El experimento se llevará a cabo en campos de Rusia y Europa Occidental, los datos sobre la ubicación no pueden hacerse públicos para evitar cualquier interferencia externa, lo que podría tener un impacto negativo en la conducta diara de los experimentos y en los resultados finales.Los científicos involucrados en el proyecto son de una posición “neutral”: que no están relacionados con la industria de la biotecnología o el movimiento anti-OGM. El estudio tratará de establecer si el maíz transgénico y los plaguicidas causan cáncer, reducen la fertilidad o causan defectos de nacimiento y si la mezcla de sustancias químicas presentes en la formulación del Roundup es más tóxica que el propio glifosato. El alcance de estos estudios proporcionará datos objetivos y exhaustivos sobre los mecanismos de la influencia de la dieta de OGM en la salud de los seres vivos a largo plazo.
Mientras tanto en Argentina, los miles de científicos supuestamente“repatriados”, los becados por el pueblo, que pululan en el Conicet, en el INTA y en elINTI, siguen órdenes de consultoras del Estado, mutando porotos para luego regarlos con cócteles de nuevos venenos maquillados, creyéndose a la vanguardia en la ingeniería genética. Y no están tan errados, sabiendo que el glifosato ya no sirve, habrá que bombardear con defoliantes de la guerra de Vietnam, porque el monocultivo argentino no se compara con ningún otro, vió?… viveza criolla.-
Fuente: Ecos de romang