La votación en Irlanda para permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo fue una “derrota para la humanidad”, dijo un alto funcionario del Vaticano en la primera reacción de alto nivel desde la Santa Sede ante el histórico referéndum de la semana pasada.
“No fue una derrota para los principios cristianos, (sino que) fue una derrota para la humanidad”, declaró el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, en comentarios citados el martes por la noche por la radio de la Santa Sede.
“Me entristeció mucho este resultado”, agregó.
Parolin, el diplomático de más alto nivel del Vaticano, agregó que el resultado del referéndum mostró que la Iglesia necesita mejorar la forma en que predica el mensaje cristiano.
Los comentarios del cardenal italiano remarcaron el impacto generado por la votación en la Irlanda tradicionalmente católica para permitir que los homosexuales se casen.
La iglesia católica en Irlanda ha perdido gran parte de su autoridad moral luego de los extensos escándalos de abuso sexual y una secularización general de la sociedad. El mismo Martin definió la votación como parte de una “revolución social” que requería que la iglesia analizara si “se había alejado por completo de los jóvenes”.
El Papa Francisco ha usado un tono más empático hacia los homosexuales que muchos católicos conservadores. Poco después de ocupar el trono de San Pedro, dijo: “Si una persona es gay y busca a Dios y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla?”.
El pontífice no ha comentado directamente sobre el asunto, pero el miércoles subrayó la enseñanza de la iglesia tradicional sobre el matrimonio entre un hombre y una mujer.
El referéndum irlandés ha impulsado los llamados a que Alemania, que permite las uniones civiles entre personas del mismo sexo, vaya más allá y legalice el matrimonio entre homosexuales.
Fuente: Reuters/ AP