El juez estadounidense encargado de dirimir el grado de responsabilidad de las empresas implicadas en la explosión de la plataforma Deepwater Horizon en el Golfo de México, que en abril de 2010 causó el mayor vertido de crudo en la historia reciente de Estados Unidos, concluyó este jueves que la petrolera BP cometió una “negligencia grave” durante el incidente.
Una decisión que, según expertos, podría implicar que la empresa británica deberá pagar una multa en el rango más alto de lo calculado, de hasta 18.000 millones de dólares (14.000 millones de euros), tal como reclamaban el Gobierno federal y varios de los estados y particulares afectados. BP en su momento había propuesto una penalización de un máximo de 10.500 millones de dólares (unos 8.000 millones de euros).
En sus conclusiones finales, el juez federal Carl Barbier afirma desde Nueva Orleans que BP deberá pagar una “alta penalización” bajo la Ley de Agua Limpia dado que el derramamiento de crudo fue el resultado de la “grave negligencia de BP y de su mala conducta intencionada”.
El magistrado no escatima críticas contra BP, a la que acusa de “conducta temeraria”, frente a la meramente “conducta negligente” de las otras empresas implicadas en el accidente, Transocean y Halliburton.
Según el fallo de Barbier, la “culpa” en el desastre ecológico es mayoritariamente de BP, a la que asigna un 67% de culpa, frente a un 30% de Transocean y un 3% para Halliburton.
La decisión judicial fue rápidamente contestada por BP, que anunció su intención de “apelar de inmediato” el fallo.
“BP está en fuerte desacuerdo con la decisión emitida hoy [por este jueves]por la Corte de Distrito de Luisiana y apelará de inmediato a la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito de Estados Unidos”, dijo la empresa en un comunicado desde Londres.
Según la petrolera, una revisión “imparcial” de los documentos presentados durante el juicio que se celebró en 2013 “no respalda la conclusión errónea alcanzada” por el juez Barbier.
A la par, anunció que durante la próxima fase, que comenzará en enero de 2015 y durante la cual se debe fijar la multa a pagar, BP “tratará de demostrar que su conducta merece una penalización que sea menor que el máximo aplicable”. Según la Ley de Agua Limpia en juego en este caso, la multa por contaminar es de 1.100 dólares por barril derramado si se determina que el derrame se debió a negligencia “simple”. El problema de BP es que si el juez decide que el grado de negligencia fue “grave”, como ha sucedido ahora, el precio a pagar por barril se cuadriplica hasta los 4.300 dólares.
Mientras que la acusación afirma que durante el desastre ecológico se derramaron 4,2 millones de barriles, BP sostiene que esa cifra está inflada y que el número de barriles que acabaron en las aguas del Golfo de México no supera los 2,45 millones.
La eventual multa de hasta 18.000 millones de dólares se remite exclusivamente a los daños ambientales provocados por el accidente de abril de 2010. A finales de 2012, BP ya llegó a un acuerdo con el Departamento de Justicia por el que accedió a pagar una multa de 4.500 millones de dólares que le evitar un proceso penal. Además, la compañía también ha aceptado el pago de hasta 42.000 millones de dólares por su responsabilidad en el accidente, que además de provocar el mayor desastre ecológico de la última década, causó la muerte de 11 personas.
Fuente: El País