Varios cientos de veces durante la última década, varios intrusos brincaron vallas, burlaron casetas de vigilancia, irrumpieron derribando portones con automóviles y violaron de otras maneras la seguridad perimetral en varios de los aeropuertos más transitados de Estados Unidos, a veces incluso abordando los aviones.
Por Martha Mendoza y Justin Pritchard
Un hombre arrojó su bicicleta sobre una cerca, pedaleó en ella por una pista en el aeropuerto O’Hare de Chicago y paró para golpear a la puerta de una terminal. Otro embistió una caseta de seguridad con una camioneta deportiva en el aeropuerto internacional de Filadelfia y aceleró por una pista en momentos en que un avión estaba por aterrizar.
En el aeropuerto internacional de Los Ángeles, un enfermo mental saltó la cerca ocho veces en menos de un año, para llegar dos veces a las escalerillas que llevan a los aviones.
Una investigación de The Associated Press reveló que hubo en total 268 violaciones a la seguridad perimetral entre enero de 2004 y enero de 2015 en más de dos decenas de los aeropuertos más concurridos del país y que en conjunto manejan tres cuartas partes del tráfico comercial de pasajeros y eso no es todo, ya que dos de los 31 aeropuertos consultados por The Associated Press carecían de datos para todos los años.
Los tres principales aeropuertos del área de la ciudad de Nueva York y el Logan de Boston se negaron a difundir información aduciendo motivos de seguridad.
Hasta ahora, pocos de los incidentes han sido reportados públicamente. Incluyeron casos en los que los intrusos cruzaron las vallas para tomar atajos, conductores ebrios que se estrellaron contra barreras y enfermos mentales que trataron de abordar aviones. Unos pocos tenían cuchillos y otro llevaba una pistola cargada. Ninguno de los hechos estuvo relacionado con terrorismo.
Los aeropuertos dicen que las violaciones de seguridad son relativamente raras y que no es económicamente ni físicamente factible evitar las intrusiones. Las medidas incluyen vallas, cámaras y patrullas, pero de todos modos revelan resquicios en esta era posterior a los ataques terroristas del 2001 en la que los pasajeros dentro de las terminales se someten a inspecciones rigurosas.
“Este podría ser el próximo terreno vulnerable al terrorismo a medida que se hace más difícil introducir una bomba en un avión pasando por el control de pasajeros”, observó Jeff Price, experto en seguridad aeroportuaria.
Desde los ataques del 2001 se han invertido millones de dólares para reforzar las cercas de seguridad e introducir nuevas cámaras y tecnología de detección. Muchos aeropuertos tienen decenas de kilómetros (decenas de millas) de cercas, pero no todas son patrulladas ni están siempre a la vista de las cámaras de seguridad.
“No hay nada que no pueda ser penetrado”, afirmó el jefe de policía de Los Angeles, Patrick Ganon, quien recordó que hasta la Casa Blanca ha tenido que lidiar con intrusos.
El análisis de The Associated Press fue suscitado por un incidente el año pasado en el que un muchacho de 15 años trepó una cerca en el aeropuerto internacional Mineta de San José, se coló en la cámara de las ruedas retráctiles y sobrevivió un vuelo de casi seis horas a Hawai. Explicó que quería ir al África para ver a su madre.
Más adelante, una portavoz aeroportuaria admitió que las intrusiones son más frecuentes de lo que la gente cree.
Tras solicitar registros públicos, indagar en los archivos noticiosos y efectuar entrevistas, The Associated Press elaboró la revisión pública más amplia de intrusiones en el período de seguridad de los 30 aeropuertos más activos de la nación, además de San José, entre enero de 2004 y enero de 2015.
Nota de AP— Contribuyeron a este artículo los investigadores de The Associated Press Judith Ausuebel, Jennifer Farrar, Susan James, Monika Mathur, Barbara Sambriski y Rhonda Shafner; los periodistas Ian Deitch en Jerusalén, Yuri Kageyama en Tokio y Steve Karnowski en Minneapolis; además del editor interactivo Dan Kempton en Phoenix.
Fuente: AP