Un portavoz del Ministerio de Salud egipcio anunció que la escalada de violencia del día de ayer dejó hasta el momento 638 víctimas mortales.
Más de 4 mil personas resultaron heridas tras el violento desalojo de militares a los campamentos de los partidarios del depuesto presidente Mohamed Mursi, la tarde de ayer.
Partidarios de Hermanos Musulmanes señalan que la cifra de muertos es mucho mayor ya que hay cientos de cuerpos aún sin contabilizar por las autoridades. Soldados y la policía se enfrentaron contra manifestantes que reclamaban la restitución del presidente Mohamed Mursi, depuesto el 3 de julio.
La televisión estatal citó al Ministerio del Interior diciendo que las fuerzas de seguridad usarían nuevamente munición real para contrarrestar cualquier ataque contra ellas o edificios públicos.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reunirá más tarde el jueves para discutir la situación luego de los miembros del consejo Francia, Gran Bretaña y Australia solicitaran un encuentro.
La comunidad internacional condenó rápidamente al Gobierno egipcio respaldado por los militares por ordenar el asalto contra los campamentos de protesta a favor de Mursi el miércoles, seis semanas después de que el Ejército derrocara al primer líder elegido democráticamente en el país.
El portavoz de Hermanos Musulmanes, Gehad El-Haddad, dijo que la ira dentro del movimiento islamista de 85 años de trayectoria y millones de seguidores en todo Egipto, estaba “fuera de control”.
Los Hermanos Musulmanes llamaron a sus seguidores a marchar en El Cairo el jueves más tarde, mientras que las procesiones funerarias de los muertos probablemente serán nuevos puntos de conflicto en los próximos días.
Fuente: Excélsior