Con el fiscal general estadounidense, Jeff Sessions, al frente, la Administración Trump prepara un asalto legal contra la mariguana.
De acuerdo con The Hill, se espera que un grupo de trabajo sobre la reducción de la delincuencia y la seguridad pública, dirigido por Sessions, publique esta semana un informe que relaciona el consumo del cannabis con los crímenes violentos, y recomienda mayores castigos para su cultivo, venta y consumo.
“Sessions y otros funcionarios del Departamento de Justicia han hablado a lo largo del último mes, y especialmente en las últimas dos semanas, sobre cómo la inmigración y la mariguana incrementan la criminalidad violenta”, expresó al medio Inimai Chettiar, director del Programa de Justicia del Centro Brennan.
El fiscal general ha expresado en numerosas ocasiones su rechazo a la creciente aceptación del cannabis en Estados Unidos. En marzo, aseguró que la sustancia tan sólo era ligeramente menos terrible que la heroína.
Ahora, su ideología parece en camino de convertirse en la prevalente de la Administración, a pesar de que Donald Trump aseguró durante la campaña electoral de 2016 que dejaría que los estados fueran los que decidieran sobre la mariguana.
Fuente: Reforma