Algunas de las armas más futuristas de la Armada de Estados Unidos parecen salidas de “La Guerra de las Galaxias”: rayos láser para derribar aviones no tripulados y cañones eléctricos que disparan proyectiles a velocidades hipersónicas.
Pero el futuro ha llegado.
La Armada planea desplegar su primer rayo láser en un barco este mismo año, y es posible que pruebe un cañón electromagnético, también en un barco, en los próximos dos años.
Para la Armada no se trata tanto de tecnología avanzada, sino de los ahorros que representan tales armas. Los dos sistemas cuestan una pequeña fracción de lo que cuestan sistemas como misiles y bombas inteligentes, y pueden dispararse de manera continua, a diferencia de los misiles y las bombas.
“Esto cambia de manera fundamental la manera de combatir”, dijo el capitán Mike Ziv, gerente de programa de sistemas de armas de energía dirigida y eléctrica del Mando de Sistemas Navales.
La tecnología láser de la Armada ha evolucionado al punto de que un prototipo que debe desplegarse a mediados de año a bordo del barco USS Ponce puede ser operado por una sola persona, dijo.
El sistema de arma láser, o Laser Weapon System (LWS), está diseñado para enfrentar lo que la Armada califica de “amenazas asimétricas”, como aviones teledirigidos, embarcaciones rápidas y sistemas compuestos por grandes números de embarcaciones pequeñas y rápidas, todas amenazas potenciales a los barcos militares en el Golfo Pérsico, donde el Ponce, una base flotante, debe ser enviado.
Los cañones eléctricos, que se han probado en tierra en Virginia, disparan un proyectil a entre seis y siete veces la velocidad del sonido, lo suficiente para causar daños considerables. La Armada los considera un reemplazo o una adición a los cañones tradicionales, que disparan proyectiles desde grandes distancias.
Pero los dos sistemas tienen defectos.
Los láseres tienden a perder su efectividad bajo la lluvia, o si hay polvo y turbulencia en el aire, y el cañón eléctrico exige una enorme cantidad de energía, dijo Loren Thompson, analista de temas militares del Instituto Lexington.
“La Armada dice que ha encontrado la forma de usar los láseres en malas condiciones climatológicas, pero hay pocas dudas de que su efectividad se reduce con las nubes, el polvo o la lluvia”, dijo.
A pesar de los problemas, la mayoría de la gente se asombra de saber que la tecnología está lista para uso militar, dijo Ziv.
“Hay otros países que trabajan en esta tecnología, pero yo diría que lo que hace que podamos desplegarla es la forma en que hemos consolidado toda la complejidad en algo que puede operar una sola persona”, agregó.
Fuente: AP