Francisco Tejeda Jaramillo fue liberado después de 31 años de cárcel por asesinato del agente de la DEA infiltrado en el narco mexicano
Francisco Tejeda Jaramillo, condenado a 40 años de prisión por matar a golpes al agente de la DEA infiltrado en el narco mexicano, Kiki Camarena, ha salido de la cárcel antes de lo previsto. Su buena conducta le ha permitido cumplir finalmente 31 años y cuatro meses por uno de los crímenes que sacudió las relaciones diplomáticas entre México y Estados Unidos en 1985, además de suponer un duro golpe para el cártel nacional más poderoso de la época, el de Guadalajara.
El oficial de la Policía, Tejeda Jaramillo, según la versión oficial, recibió la orden del “mero mero”, el jefe de jefes, Rafael Caro Quintero, para secuestrar junto a un grupo de sicarios y matar al espía de la Agencia Estadounidense Antidrogas. Aunque Tejeda, de 64 años, siempre ha insistido en su inocencia, firmó entonces una confesión en la que declaró ser el autor material del asesinato, pero alegó haberlo hecho bajo tortura.
Desde entonces hasta ahora, las leyendas en torno a los culpables de Enrique Camarena Salazar, más conocido como Kiki, no han dejado de circular. En 2013 las declaraciones de tres exagentes de inteligencia de Estados Unidos dieron un vuelco a una investigación que había permanecido cerrada durante décadas, en ellas sostenían que había sido asesinado por la CIA y no por el mandato directo de Caro Quintero. En ese mismo año, el capo quedaba libre después de 28 años por un tecnicismo legal.
En 1981 Camarena se infiltró en el cártel más poderoso de México, el origen del que después sería el cártel de Sinaloa. Poco antes de morir, el agente doble había desmantelado con sus investigaciones una gigantesca plantación de marihuana de un rancho llamado El Búfalo y en represalia los capos ordenaron su secuestro y asesinato. Los sospechosos quedaron expuestos enseguida: los líderes del cártel de Guadalajara, Félix Gallardo (El Padrino), Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo (Don Neto). El Gobierno estadounidense presionó al presidente mexicano Miguel de la Madrid y fueron detenidos Caro Quintero y Don Neto rápidamente, a El Padrino no lo capturaron hasta cuatro años después.
Aunque la implicación de los grandes capos parecía evidente, se sabía que ellos no habían propinado los golpes mortales a Camarena. La madrugada del 11 de junio de 1985 unos agentes federales irrumpieron en la casa de Tejeda Jaramillo y ha estado preso desde entonces. En su casa se quedó su esposa, con quien se acababa de casar 15 días antes, y que lo ha esperado hasta el día de su libertad, la madrugada de este viernes.
En la cárcel destacó por su buena conducta y su vocación artística. Pasó de sicario a pintor y a enseñar a sus 500 compañeros el “don” que la calle le había arrebatado. Ahora sueña con reunir a un grupo de pintores y formar una galería, una fábrica y una tienda de materiales. Y sobre todo, con llevar el arte a las zonas más marginadas: “Una de las cosas que aprendí es que la pintura no es elitista”, ha señalado en una entrevista a Milenio. Desde este viernes, el autor material de uno de los crímenes más relevantes de la historia roja de México tiene un nuevo mote. Tejeda Jaramillo ahora es El Maestro.
Fuente: El País