Univision recorrió varias poblaciones donde las bases de datos de 2015 y 2016 indicaban que había miles de beneficiarios. Los vecinos dijeron que no los conocían, que habían muerto o que ya no recibían el dinero.
Un beneficiario del programa de ayuda a adultos mayores en el Estado de México muestra su talón de pago.
Desde 2014, varios funcionarios en México encontraron que había irregularidades graves en este programa que entrega dinero a personas mayores de 65 años. Primero, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) halló que el gobierno había pagado 4.4 millones de dólares por registrar a 500 mil nuevos beneficiarios que nunca fueron inscritos.
Luego, encontró que entregaron 8.8 millones de dólares a 72 mil supuestas personas de la tercera edad que no aparecen en ningún expediente.
Quienes realizaron esta investigación analizaron una base de datos que contiene el nombre completo, municipio, localidad y monto recibido cada bimestre por beneficiario. Fue comparada localidad por localidad con los registros del censo de población.
Univision recorrió varias poblaciones donde las bases de datos indicaban que había miles de beneficiarios. Los vecinos dijeron que no los conocían, que habían muerto o que ya no recibían el dinero. Los adultos mayores que sí obtienen aún la ayuda aparecen inscritos en lugares lejanos de donde realmente habitan.
La Sedesol, institución que entrega estas ayudas, ha dicho anteriormente que hay investigaciones internas en curso por este caso. La Sedesol no contestó llamadas de Univision para hablar sobre esta historia.
Muna Buchahin, exdirectora de Auditoría forense en la ASF, fue la primera que halló irregularidades en este programa durante el actual sexenio.
Explicó que una parte de la trama de estos desvíos consiste en inflar los padrones e inscribir a los falsos beneficiarios como vecinos de zonas alejadas y de difícil acceso, donde investigadores o periodistas no irían a confirmar los datos.
“Muchos de los esquemas que yo he descubierto y hemos revelado tienen que ver con comunidades donde existe un alto nivel de inseguridad y uno tiene que llegar en camión, en burro, en terracería”, dijo Buchahin.
Por ejemplo, en las tierras ejidales de Ayotla, en el Estado de México, son una de las localidades donde existe una gran diferencia entre el total de los beneficiarios, más que los pobladores.
En 2015, los registros de población en Ayotla aseguraban que solo había un adulto mayor de 65. No obstante, los beneficiarios del programa sumaron 1,984.
En una visita al lugar, el líder de Antorcha Campesina –quien no quiso dar su nombre– aseguró a Univision que en su barrio y los cercanos no hay más de 100 adultos de esas edades.
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Fuente: Animal Político