Unos 821 millones de personas no tuvieron suficiente para comer en 2017, informó hoy la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en un nuevo informe en el que alerta del aumento del hambre en el mundo. La cifra equivale a uno de cada nueve habitantes del planeta y constituye un incremento frente a los 804 millones que se habían registrado en 2016, señala el Estado de la Seguridad Alimentaria y Nutrición en el Mundo.
El hambre “ha ido aumentando en los últimos tres años, con lo que se ha vuelto a niveles de hace una década”, indica el texto. “La desnutrición y la grave inseguridad alimentaria parecen ir incrementándose en casi todas las subregiones de África, así como en Sudamérica, en tanto que la situación de desnutrición es estable en la mayoría de las regiones de Asia”, alerta.
El texto destaca el deterioro en Sudamérica, donde la prevalencia de desnutrición creció de 4.7 por ciento en 2014 a 5.0 por ciento de la población estimado en 2017. La región más afectada por el hambre es el este de África, una zona gravemente afectada por conflictos en países como en Eritrea y Sudán del Sur. Aquí 31.4 por ciento de la población se considera desnutrido.
El informe anual es realizado de manera conjunta por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo de las Naciones Unidas para la infancia (Unicef), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (IFAD) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Las guerras, el retroceso económico y los desastres naturales fueron las principales causas del aumento del hambre en el mundo, destacaron los autores del informe, que temen que no pueda conseguirse el objetivo de desarrollo de la ONU de Hambre Cero para 2030. “El número de desastres relacionados con el clima extremo, incluyendo las olas de calor, sequías, inundaciones y tormentas, se ha duplicado desde la década de 1990”, señala el informe.
También subraya que 151 millones de niños menores de cinco años -22 por ciento del total del planeta- van con retraso en el crecimiento, es decir que son muy pequeños para su edad. En el lado opuesto, 672 millones de personas -13 por ciento de la población adulta- son obesas. Hasta hace pocos años la reducción de las cifras del hambre había sido una historia de éxito, sobre todo gracias al rápido desarrollo económico en Asia. En 2015 la ONU celebró que más de 200 millones de personas dejaron de sufrir hambre desde 1990.
Fuente: DPA